La Santa Sede cuenta con un detallado protocolo desde la confirmación del deceso del papa hasta la forma en la que se realizan sus funerales, entre los que incluye un luto de nueve días. ¿Por qué ocurre? Acá el detalle.
Este lunes, el Vaticano confirmó el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años de edad, después de haber pasado por una hospitalización de 37 días en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma.
El pontífice fue internado el pasado 14 de febrero debido a una neumonía bilateral. Sin embargo, con el pasar de los días su cuadro se agravó y aunque fue dado de alta el 23 de marzo, tenía dificultades para caminar y hablar.
La Santa Sede cuenta con un detallado protocolo desde la confirmación del deceso del papa hasta la forma en la que se realizan sus funerales, entre los que incluye un luto de nueve días. ¿Cuál es el origen de esa tradición? Acá el detalle.
Tras el deceso, se declará la Sede vacante y se llama a un Cónclave. Además, se sella el lugar de muerte y se inician nueve días de luto.
En ese periodo, el Vaticano deberá disponer de todo lo necesario para las exequias del difundo pontífice, lo que incluye la suspensión de audiencias y la organización del funeral.
Así, se publica el programa de los nueve días o "novendiali". La última vez que eso ocurrió fue para el fallecimiento de Juan Pablo II, en 2005 y su elaboración estuvo a cargo del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, Piero Marini.
El escrito señala que "según una antigua costumbre, durante nueve días consecutivos tienen lugar celebraciones eucarísticas particulares en sufragio por el Romano Pontífice fallecido, a partir de la Misa de exequias".
Esto porque cada día la celebración está destinada a un grupo específico, "habida cuenta de sus lazos con el Pontífice Romano". "Esta variedad de asambleas muestra de alguna manera tanto el ámbito del ministerio del Pastor supremo como la universalidad de la Iglesia de Roma", sostiene.
Así, la distribución por día de las conmemoraciones queda de la siguiente forma: