Alrededor del mundo, abundan distintos relatos que pasan de generación en generación. Sin embargo, en Chile existen varias leyendas que tienen como factor común a escalofriantes testimonios. En CHV Noticias, realizamos una selección para este Día de los Muertos.
Se acerca una nueva celebración de Halloween (esta vez, con un fin de semana XL) y, mientras unos planifican sus creativos disfraces o elaboran el listado de películas de terror que verán en los días de descanso, otros aprovechan de recordar historias de miedo que llegan a parar los pelos.
Alrededor del mundo, abundan distintos relatos de terror que pasan de generación en generación. En Chile existen un montón de testimonios tan escalofriantes como las retratadas por el cine hollywoodense.
La mayoría de estas leyendas populares están basadas en hechos reales y tienen su origen en el campo chileno, a excepción de algunos casos como La Rubia de Kennedy que se desarrolla en el sector urbano de la Región Metropolitana.
En CHV Noticias, destacamos cinco historias chilenas que terror que se mantienen vigentes hasta la actualidad.
Esta leyenda urbana se remonta al Chile de 1978, luego que varios taxistas empezaron a ver a una mujer rubia con un largo vestido blanco en avenida Presidente Kennedy.
De acuerdo a los relatos, la joven pedía que los conductores se detuvieran para recogerla. Una vez dentro del automóvil, la persona se desvanecía a las pocas cuadras.
En 2017, Miguel Castañer, uno de los taxistas que aseguró haber vivido esta experiencia, conversó con el programa de Chilevisión La Hermandad .
"Ella me dijo 'siga derecho, por favor'. Seguí, aceleré para terminar luego la carrera y más o menos en unos 900 metros me dice 'no corra, por favor'. Miré por el espejo retrovisor y no la vi atrás mío. Miré a todos lados y no apareció. Detuve el auto y me bajé a mirar. No la encontré”, relató el hombre en el espacio conducido por Julio César Rodríguez.
Proveniente de la mitología mapuche, el Tué-Tué o Chonchón cuenta la historia de una especie de brujo que se presentaría como una extraña ave de plumas color gris ceniciento, formada a partir de una cabeza humana, de la cual nacerían garras afiladas y unas enormes orejas que usa a modo de alas para volar.
Esta criatura emitiría un fuerte grito que sonaría "tué, tué", y la persona que lo escuche significa que está cerca de la muerte.
Néstor Flores, quien dice haber vivido esta experiencia, relató a La Hermandad que "una de las niñas de la casa le gritó y le dice 'ven mañana a buscar un queso'. Nadie le dio importancia, pasó no más".
"Al día siguiente, llegó un mapuche y dijo 'buenos días, vengo a lo que me ofertaron anoche' (...) Le prometo que quedamos helados", indicó Flores
Samuel Melinao, lonko de la comunidad mapuche Kallfulikan, señala que este leyenda es mirada con respeto por parte del pueblo originario. "Si lo invitas de buena forma se transforma en tu amigo e incluso podría llegar a ser una ayuda para ti. Pero si lo invitas y no lo atiendes, esa es una forma de traicionarlo, igual y eso podría significar algún accidente o cosas que no son buenas", señaló en el mencionado programa.
Un buque fantasma conocido como El Caleuche navega por los mares de Chiloé, cuya tripulación está compuesta de brujos.
En las noches oscuras ilumina su velamen rojizo y cuando quiere ocultarse provoca una densa neblina. Nunca vaga por el archipiélago a la luz del día, porque se hace invisible o se convierte en una roca. Y sus tripulantes se transforman en lobos marinos o en alcatraces.
Según la leyenda, quien mira al Caleuche puede quedar, por arte de brujería, con la boca torcida o con la cabeza vuelta hacia la espalda. Al buque pueden subir, sin embargo, los náufragos, los ahogados, quienes pueden ver las ciudades del fondo del mar y sus tesoros, pero no divulgar lo visto.
La leyenda del cuero trata sobre criatura formada por el cuero de una vaca desollada, que habría cobrado vida luego de que los restos del animal fueran arrojados al agua. Se dice que se le puede encontrar en algunos ríos y lagos a lo largo de todo Chile.
Según testigos, esta criatura es parecida a una mantarraya pero, a diferencia de estos, tendría por piel el cuero de una vaca. Navegaría entre dos aguas, mostrando filudas garras en su contorno que simulan los flecos de una manta; en lo que podría ser su cabeza, además posee unos tentáculos en forma de tenazas que terminan en un par de ojos rojizos y saltones, y en el centro de su cuerpo lleva una ventosa succionadora. Justamente dicha ventosa es la que atrapa a quienes se acercan a sus aguas para no volver a flote jamás.
Una de las leyendas más populares del país cuenta la historia de un duende de unos 80 centímetros de altura, que tendría un rostro feo pero de mirada dulce, y que resulta ser muy atractivo para las mujeres que lo ven. No tiene pies y viste de traje, con un sombrero. Trae un hacha de piedra en su mano derecha y cuando se cruza con alguna mujer soltera en el bosque utiliza el hacha como bastón para así no asustarla.
La leyenda dice que este ser llamado Trauco vive en los alrededores de las casas de los chilotes para vigilar a las mujeres que le interesan. Los padres evitan que sus hijas vayan solas por leña o animales al bosque para no encontrarse con la criatura.
Este "hombrecito" solo persigue mujeres si van solas, jamás actúa frente a testigos. Cuando ve en el bosque alguna mujer que le gusta, baja rápido y le da tres hachazos al árbol para asustarla. Cuando la muchacha se recupera del susto, este ser sopla suavemente su bastón bañando con su aliento a la mujer, quien cae en un profundo sueño.
Al despertar del hechizo, la joven regresa a su casa completamente confundida, sin saber qué pasó. Al transcurrir los meses, el cuerpo de la víctima comienza a experimentar cambios, hasta que después de nueve meses nace el hijo, producto del embrujo del extraño sujeto.