La comediante trasandina admitió que sufría con dolores de espalda y que no se sentía cómoda en la intimidad. "Ahora me siento más delgada", dijo.
Un profundo "alivio" fue lo que aseguró sentir la actriz argentina Yamila Reyna, quien reveló a fines de mayo pasado que se hizo una reducción mamaria.
En detalle, la trasandina tenía 440 centímetros cúbicos, pasando a 300, lo que la tiene "muy feliz. Me siento muy cómoda con el tamaño, con mi pareja. Antes no tenía esa misma seguridad".
"En la intimidad yo no estaba cómoda. Ahora sí. Sólo quiero que llegue ese calor para ponerme 'poleritas' y usar cosas sin sostén. Me siento más cómoda, también más delgada", comentó a Las Últimas Noticias.
La comediante explicó que las reducciones mamarias no siempre se acomodan ciento por ciento a lo que uno tiene en mente. De hecho, admitió que "hubiese querido más pequeñas, de 200 centímetros cúbicos, pero me explicaron que, por mi glándula mamaria y piel, tenía que quedar en 300 para que se viera más armónico".
Consultada sobre los cambios que ha tenido en los últimos tres meses con la transformación, Reyna contó que "antes sufría con mi espalda. El peso de las mamas era harto".
"Con Diego (Sánchez, su pareja) me tenía que poner una máquina que usan los deportistas para el dolor. Eran dolores insoportables y vivía haciéndome masajes. Los sostenes me destruían la espalda y los hombros, porque claro, al sostener tanto peso, todo eso se resiente", agregó.
Es más, la actriz no ocultó que una vez culminada la operación "lo primero que hice fue levantarme al baño y apenas me paré sentí alivio. Me sentía más liviana".
"Fue como sacarse una mochila de la espalda. Y te juro que me dieron ganas de llorar. Me dije 'por fin'. Sentir la libertad que siento, no tiene precio", concluyó.
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