Aún cumpliendo la cuarentena y las medidas de protección, Camila y Daniel se infectaron. Él, a sus 37 años y sin enfermedades previas, no pudo contra el virus. Tras su muerte, ella se enteró que debía $44 millones.
Daniel, marido de Camila, murió de COVID-19 después de estar dos semanas internado en la Clínica Santa María.
"El viernes en la mañana me dijo 'gordita, me voy a la clínica'. 'Ya', le dije yo, 'nos vemos a la vuelta'. Ese 22 de mayo fue el último día que yo vi a mi marido, nunca más lo pude ver o tocar, en concreto", relata Camila.
Ella no sólo carga con el dolor de su muerte, también con un embarazo de más de 30 semanas de su primera hija y una millonaria cuenta por los gastos de salud de su marido.
"Ahora, cuando tuve que llamar a la clínica para saber cuánto era lo mío, pregunté y son $44 millones", afirma.
Daniel había cumplido 37 años y no tenía enfermedades de base. Con una salud normal y toda una vida por delante, su esposa cuenta que jamás se le habría ocurrido que podía fallecer.
Por eso Camila nunca activó el seguro catastrófico. El plazo para hacerlo era de 48 horas desde que su marido ingresó a hospitalización. Pero él estaba intubado y ella, también contagiada del virus, se recuparaba en su casa.
Sin contar con cobertura de su isapre, ahora esta mujer debe pagar más de $44 millones por el tratamiento que recibió su marido, el que lamentable y finalmente murió.
Esta semana, la Superintendecia de Salud anunció que el seguro catastrófico operará automáticamente. De ahora en adelante, no quedará a cargo del afiliado.
"¿Por qué no lo hicieron desde el principio, viendo la cantidad de muertos? ¿Por qué no dijeron 'ya, vamos a analizar esto y que sea automático', viendo los otros países?", se pregunta hoy la futura madre.
Lee también: Cómo identificar el síndrome inflamatorio que afecta a niñas y niñosEl Superintendente de Salud, Patricio Fernández, asegura que no tenían la potestad para exigir este cambio a las isapres. "Cuando uno cambia normativa tiene que tener alguna ley que lo respalde. La superintendencia en general interpreta cosas siempre a favor de los afiliados, pero sin una ley es complejo", afirma el superintendente.
Pero la medida no es retroactiva. Por eso cada isapre tiene la libertad de decidir si da o no cobertura con este seguro a quienes no lo activaron en los plazos dispuestos. En el caso de Camila, la isapre Vida Tres y Banmédica aseguró a través de este comunicado que el seguro será retroactivo y que unas 500 personas se encuentran en esta situación.
Otras isapres, como Consalud, Colmena y Cruz Blanca también anunciaron la retroactividad de este seguro.
"Es terrible, es súper angustiante. Al que pudo salir de esto, que rico, que alivio, y debería terminar ahí, y no estar pagando sumas gigantescas", dice Camila.
Ella y Daniel habían hecho una cuarentena estricta y no sabe cómo se contagiaron. "Cada 10 ó 15 días salíamos al supermercado con todas las medidas y nos infectamos, lamentablemente yo perdí a mi marido en dos semanas y media", agrega.
Por ahora, intenta concentrarse en el futuro. En menos de dos meses nacerá Amaya, la primera hija después de 5 años de matrimonio. "Tengo que estar bien por mi guagua. Sé que va a ser muy duro el tema del parto, muy duro. Pero tengo que estar preparada para eso", dice finalmente Camila.
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