Luis Torres y su hermano menor de 17 años son acusados por el homicidio de Gerardo Bañares, un mecánico de 35 años que era la ex pareja de Nabila Rifo y que murió tras una golpiza que le proporcionaron tras un episodio de VIF.
El caso de Nabila Rifo causó gran conmoción en nuestro país luego de que ella sufriera una brutal agresión en la que su ex pareja le arrancó los ojos y varios de sus dientes. Así, este episodio de violencia intrafamiliar (VIF) la marcó para siempre, y también a sus hijos.
Hoy los dos mayores enfrentan a la justicia. Y aunque el delito no se relaciona con el hecho mencionado, sí tendría un nexo con las secuelas que este dejó. Ahora, Luis Torres de 20 años y su hermano menor de 17 están con prisión preventiva e internación provisoria, respectivamente.
Ambos son acusados por el homicidio de Gerardo Bañares, un mecánico de 35 años que era la ex pareja de Nabila Rifo y que murió tras una golpiza que le proporcionaron ambos hermanos.
“Fui a la psicóloga cuando mi mamá aún estaba en el hospital”, sinceró Luis Torres en conversación con La Tercera. “Le dije que sentía rabia. Me daba impotencia no poder haber estado allí cuando le estaban pegando. Me decía a mí mismo: ¿Por qué me habré ido esa noche?”, relató refiriéndose al momento en que su madre perdió ambos globos oculares.
Y esto se quedó grabado en su cabeza, por lo que fue parte de lo que recordó cuando los episodios de VIF empezaron también con la nueva pareja de su madre: “Nos decía, cabros cul…, me los voy a hacer mie... A mi mamá también le decía, 'si te pillo sola, te voy a hacer mier...'", reveló.
Sobre aquella noche en que ambos hermanos golpearon a Bañares, Luis relató que ocurrió luego de que el mecánico llegó hasta la vivienda familiar lanzando piedras. Amenazó a Nabila y también a ellos.
Fue entonces que se desató el caos: “Estaba como cegado, no despertaba. No me di cuenta de lo que estaba haciendo. Era como estar en un sueño. Después lo vi tirado. Entré a la casa y desperté", sumó.
"Vi la manopla ensangrentada. Le dije a mi hermano chico, perdón. Quizás me vaya preso, porque lo vimos tirado. Estábamos tristes. Fue raro. Nunca había experimentado algo así”, admitió.
Sin embargo, sus declaraciones tras el ilícito revelan lo más fuerte del caso, sobre todo tras la actual medida de reclusión que enfrenta Torres: “Estoy muy tranquilo. Estoy preso, pero por lo menos mi mamá está tranquila. Nunca nadie más le va a pegar, ni nada”, cerró.