El italiano Angelo Becciu, es una de las grandes incógnitas del próximo cónclave para elegir al reemplazante del papa Francisco: pese a que por edad le corresponde, una condena por corrupción lo tiene en duda.
La noticia que sin duda marcó la semana fue el fallecimiento del papa Francisco a sus 88 años, tras complicaciones de salud derivadas de un derrame cerebral.
El pontífice perdió la vida la madrugada del lunes en el Vaticano, lo que puso en marcha una serie de homenajes y protocolos, entre ellos, uno para definir a su sucesor.
Este último proceso recibe el nombre de cónclave, ocurre transcurridos los 9 días del luto y todos los miembros del Colegio Cardenalicio de todo el mundo votan en la elección de la nueva autoridad eclesiástica.
En concreto, un máximo de 120 cardenales participan de la elección y el único requisito para ello es tener 80 años o menos antes del fallecimiento del papa.
Para elegir al nuevo pontífice se requieren dos tercios del total de los electores y la votación se realiza de manera reservada, pero que ha despertado curiosidad alrededor del mundo.
Uno de los casos más llamativos de este nuevo cónclave es el que rodea al cardenal italiano Angelo Becciu. Por edad le corresponde participar (76), pero una condena por corrupción lo tiene en entredicho.
En 2020, el papa Francisco retiró sus derechos cardinalicios por una investigación que incluyó tres cargos de malversación de fondos por la venta de un inmueble en Londres.
En 2023 fue sentenciado a cinco años y seis meses de cárcel y se le prohibió optar a cargos públicos de por vida, convirtiéndose en el primer cardenal condenado por un tribunal civil en el Vaticano.
No obstante, un 'vacío legal' tiene a Becciu en la encrucijada: en diálogo con el medio Unione Sarda, aseguró que como el pontífice no le quitó sus deberes, él sí puede participar.
"El papa reconoció mis prerrogativas cardenalicias como intactas, ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni petición de mi renuncia explícita por escrito", puntualizó Becciu.
Aunque el caso se deberá zanjar en los próximos días, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ya adelantó que Becciu puede asistir a congregaciones, reuniones preparatorias y otras instancias, pero que su participación en el proceso aún está en duda.