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¿Qué pasa si tengo una patología y este mes me tocaba un control médico? ¿O si mi hijo o hija tenía cita con el pediatra? Estas dos preguntas se repiten en miles de chilenos que debían ir a un centro de salud. Visitas que el coronavirus ha puesto en duda
La emergencia sanitaria por el COVID-19 ha cambiado muchas cosas, entre ellas, la forma en la que los centros de salud están realizando sus funciones diarias. Algunos han optado por suspender las consultas electivas que no son de emergencia y otros han hecho de la tecnología un aliado.
¿Cuándo ir, cuándo no?
En simple, hay cosas que pueden esperar y otras que no. En medio de la emergencia sanitaria, el aislamiento social ha sido la principal recomendación, pero hay pacientes que sí o sí tienen que continuar con sus controles médicos y para ello la atención primaria ha tenido que ir adecuándose día a día.
La doctora Inés Guerrero, prosecretaria del Colegio Médico, conoce la realidad de la atención primaria y es por eso que entrega algunas recomendaciones. Por ejemplo, se deben mantener los controles de aquellos pacientes críticos, como los lactantes de hasta 6 meses, y asegura que “no es posible dejarlos en su casa y no verlos nunca más”.
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Para la profesional de la salud, los adultos crónicos deben ser priorizados en la atención. Aunque en “aquellos que se mantienen compensados se ha optado por renovar su receta por unos 2 o 3 meses, para que no vuelvan tan pronto al Cesfam”. Agrega que las embarazadas en riesgo también deben acudir a sus controles y las que no tengan problemas pueden hacerse chequeos más espaciados en el tiempo.
La salud mental, que probablemente luego de la emergencia aumente su demanda, también es un foco de preocupación. Para Guerrero, “se debe priorizar a los pacientes descompensados o, por ejemplo, que tengan indicio de intento de suicidio”. Y en el ámbito dental, cuyo peligro de contagio es mayor que en otras áreas, sólo se debería atender las urgencias.
“La idea es disminuir el flujo, pero sin abandonar a la población. Si alguien cree que tiene que asistir, porque no se siente bien, les pedimos que acudan”, finaliza.
Telemedicina, un doctor a distancia
La comuna de Las Condes fue una de las primeras en impulsar la telemedicina para sus vecinos en medio de la emergencia. Poco después, La Florida se sumó a esta solución tecnológica para dar atención a los pacientes sin necesidad de acudir a un centro de salud, con los riesgos que ello podría implicar. Ahora, son muchos más los que se suman a esta solución.
150 atenciones de telerehabilitación ha tenido en las últimas semanas la Clínica Alemana. La metodología es sencilla, a través de una videollamada el profesional de la salud supervisa que el paciente realice de manera adecuada los ejercicios, por ejemplo de kinesiología o de fonoaudiología.
La doctora Tania Gutiérrez es la jefa de medicina de rehabilitación de la Clínica Alemana y ella nos cuenta que esto es algo que surgió a principios de 2019, pero que a raíz de la pandemia del coronavirus ha aumentado la cobertura y que incluso en los próximos días el servicio se extenderá a la telemedicina: “sobre todo para aquellos pacientes crónicos y que el médico ya conoce su historial”.
“Vamos a partir con pediatría, siquiatría y neurología”, confirma el doctor Sergio Illanes neurólogo de la Clínica Alemana. Reconocen que la presión es enorme por poner en marcha la telemedicina, pero son sinceros en decir que “es distinto tratar a un paciente de años, a uno nuevo a través de esta tecnología. Aunque gran parte de las enfermedades uno las puede orientar por una pantalla”.
Las limitantes de la telemedicina
En la Clínica las Condes también implementarán esta tecnología para asistir a aquellos pacientes que opten por no salir de sus casas. La doctora May Chomalí, subdirectora médica del comité COVID-19, asegura que “la telemedicina es útil, es muy buena para los pacientes crónicos, para hacer seguimiento de exámenes, pero no es útil para pacientes que requieren exámenes físicos, control ginecológico o de embarazo. Hay que tener conciencia de las limitaciones”.
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En la Clínica las Condes han optado por espaciar las horas de los controles médicos, para no saturar los lugares de espera. “La preocupación de postergar una consulta es que luego lleguemos tarde”, dice Chomalí. A lo que agrega: “si yo llevo mucho tiempo con un dolor, puede ser importante consultar”.
Aquí, las consultas médicas han disminuido en un 30% por la falta de demanda y los pacientes que son de fuera de Santiago prácticamente han desaparecido. La clave para Chomalí es “evitar la acumulación de pacientes” y recomienda quienes pueden ir solos a su control que lo hagan.
Postergar lo postergable
En la Clínica Indisa trabajan con turnos éticos en todas las especialidades y recomiendan asistir a los controles médicos que sean impostergables, por ejemplo, una cita de una embarazada cercana al parto o un paciente oncológico.
El doctor Rodrigo Soto, subdirector médico de la clínica, asegura que “el riesgo mayor es no cumplir la cuarentena y que hay controles que es mejor postergar”. De hecho, en un 80% han bajado las consultas médicas en la Indisa y agrega que “de manera preventiva en los ingresos se está tomando la temperatura y preguntando por síntomas respiratorios”.
Al igual que en otras clínicas de la capital, también pondrán en marcha en los próximos días consultas de telemedicina en aquellas especialidades más demandadas por la ciudadanía.
Recomendaciones generales:
- Conversar con el médico tratante
- Postergar lo que no genera daño a la salud
- Elegir horario con menor flujo de pacientes
- Si su condición médica lo permite, ir solo
- Si tiene síntomas respiratorios acudir con mascarilla
01/04/2020
20:47
