Si dormimos mal, estamos más irritables, más ansiosos y con el estado de ánimo más decaído. Por lo mismo, entregan medidas al alcance de todos que pueden ayudarnos a descansar.
El coronavirus y la cuarentena como medida de prevención ha alterado la vida una parte importante del planeta, generando tensión y un malestar generalizado que puede estar afectado distintas áreas de una nuestro día a día, y el sueño es justamente una de ellas.
Así que si estas durmiendo mal y te despiertas igual de cansado, te cuesta conciliar el sueño o derechamente te has quedado en vela alguna de estas noches, estos consejos son para ti.
“La situación de emergencia de salud que se vive tanto en Chile como en el mundo está teniendo graves consecuencias sobre la salud de los chilenos, sobre todo en el sueño, el hecho de que se está dando una restricción de movimiento asociado a una cuarentena trae consigo consecuencias como el insomnio por la ansiedad propia del acontecer”, afirma Walter Avdaloff, el director médico del Instituto del Sueño y miembro de la Sociedad Americana del Sueño.
En la misma línea detalla que “muchos van a padecer terrores nocturnos y pesadillas asociados a la emergencia en que vivimos” y subraya que la falta de sueño repercute en aspectos cognitivos y en la salud mental.
Lee también: Más allá del lavado de manos: 5 consejos prácticos para enfrentar el coronavirus de forma cotidianaEs decir, si dormimos mal, estamos más irritables, más ansiosos y con el estado de ánimo más decaído. Entonces, ¿cómo identificar los síntomas?
La ansiedad y el temor a la muerte, que redundan en una alteración del sueño, hará muy difícil de lograr tener una buena calidad de sueño, adicionalmente, las noticias alarmantes no ayudan en nada a mantener una higiene de sueño correcta.
Pero para la tranquilidad de todos y todas, hay medidas al alcance de todos que pueden ayudarnos a dormir bien.
- No pasar más de 30 minutos frente al televisor viendo noticias que pueden resultar alarmantes.
- Tener una actividad razonable evitando los parques, aglomeraciones y gimnasios.
- Tener una vida alimentaria sana evitando cenas tan abundantes. Evitar dormir durante el día, la siesta no debiera durar más de 15 a 30 minutos.
- Practicar técnicas de relajación y meditación antes de dormir.
- Repetir cada noche una rutina que ayude a prepararse mental y físicamente para ir a la cama
- No tomar medicamentos para dormir sin consultar antes con un especialista.
- Tener paciencia.
Pero si estos consejos no dan resultado, puede ser momento de recurrir a un especialista, aunque siempre tomando en consideración una posible restricción de movilidad prolongada.
Además, también se recomienda consultar a un especialista si se desarrolló una crisis de angustia que genera crisis de pánico.