El ministro del Deporte del país anunció que se está trabajando en un protocolo junto con la policía y militares, el cual tendrá como absoluta prioridad la seguridad de jugadores, cuerpos técnicos y árbitros en medio del conflicto.
"La seguridad ante todo", señaló el secretario de Estado en su mensaje, en el que informó de que cerca de los estadios deberán establecerse refugios en donde, en caso de ataque aéreo, deberán ponerse a cubierto de inmediato jugadores, entrenadores y equipo arbitral.
Además, los recintos contarán con personal militar que custodiarán todo lo que ocurra alrededor, además de servicios médicos que acudirán al llamado de un posible ataque.
Guttsait indicó que los partidos se celebrarán en territorio ucraniano sin espectadores, con el permiso de las administraciones militares locales "y con el cumplimiento obligatorio de todas las normas de seguridad", para lo que trabajarán junto a la Federación Ucraniana de Fútbol, los ministerios de Defensa, Interior y Economía, la Policía Nacional y las administraciones militares regionales y de la ciudad de Kiev.
A su juicio, es "muy importante" recuperar el fútbol y otros campeonatos nacionales en el país, donde no se han podido celebrar las principales competiciones oficiales desde la intervención militar rusa en su territorio que comenzó en febrero y que aún continúa.
En el caso de la máxima categoría del fútbol, los últimos partidos se disputaron en diciembre, cuando el campeonato se interrumpió por el tradicional descanso invernal, el cual se da justo en época de bajísimas temperaturas en todo el país europeo.