El insomnio, la falta de apetito y la dificultad para concentrarse son algunas de las alteraciones físicas que puedes sufrir si te afecta emocionalmente la crisis social. Para combatirlo, es importante compartir nuestra vulnerabilidad con alguien y no exponerse demasiado a la información que entregan las redes y los medios.
Estas semanas de manifestaciones no solo han evidenciado un descontento social, sino que además han traído consigo un desgaste psicológico, mental y emocional que algunas personas están notando en sus vidas, ya sea que participen las manifestaciones o no.
Al respecto, la psicóloga especialista en reparación emocional y temáticas de autocuidado y autoestima, Javiera Donoso, entrega cinco consejos para cuidar tu salud mental en un momento de crisis.
Es normal que en medio de una crisis suframos algunas alteraciones en las áreas del sueño (insomnio, hipersomnia), alimentación (aumento o disminución del apetito), estado de ánimo (inestabilidad, confusión, estados emocionales intensos y cambiantes), pensamiento (dificultad para concentrarnos, negatividad, preocupación por el futuro) y conducta (intolerancia, irritabilidad, impaciencia, mayor reactividad o inhibición y bloqueo por el shock).
Esto podrá derivar en un cuadro de agotamiento emocional, en el que nos sentiremos física, mental y emocionalmente muy cansados y tensos, afectando funcionamiento normal, nuestras relaciones interpersonales y nuestro sentido de propósito y esperanza.
Al respecto, Donoso asegura que compartir nuestra vulnerabilidad con personas de confianza "puede ser de gran ayuda, ya que al contar lo que estamos viviendo nos podemos sentir más aliviados y ver las cosas desde otra perspectiva”.
La psicóloga explica que es muy importante "no encerrarse, no aislarse, buscar y crear espacios de diálogo en los que podamos expresar cómo nos estamos sintiendo, pedir ayuda profesional si sentimos que el malestar nos sobrepasa. No ignorarlo o intentar controlarlo, ya que esto genera mayor tensión y riesgo de desborde o agravamiento de los síntomas".
En días en los que estamos "bombardeados" de información en redes sociales y medios de comunicación sobre los acontecimientos sociales, Javiera Donoso recomienda "dosificar y seleccionar dónde, cómo y cuánto nos informamos. Idealmente no estar más de dos horas diarias conectados y filtrar imágenes de violencia que provoquen miedo y paranoia".
La experta asegura que es necesario cuidar que haya otros espacios para que la situación estresante y crítica no sea lo único que está ocurriendo.
"Estar en un monotema nos termina agotando emocionalmente, lo que aumenta el estrés y la sensación de impotencia", comenta Donoso.
En toda crisis hay gran parte que no se puede manejar o cambiar y al centrarnos en ello generamos una sensación de inseguridad e inestabilidad muy grande. Ya que precisamente la confianza y seguridad básica es lo que queremos recuperar, añade la especialista.
En cuanto a manejar la emocionalidad, Donoso recomienda "hacer el ejercicio de pensar en cómo podemos aportar, desde nuestros recursos, en nuestra comunidad, redes o familia, ya que siempre hay algo que podemos ofrecer y que nos hace sentir que tenemos un propósito, que hay esperanzas, que participamos y no sólo padecemos la crisis”.
Lee también: "Por más que uno se esfuerce, no se puede cumplir": El peso de pagar las contribuciones para los pensionadosLa resiliencia, definida como la habilidad para enfrentar situaciones críticas y a la vez aprender de ella, es la forma de llevar a cabo este tipo de crisis según comenta la psicóloga, quien concluye que una forma de aportar al bien común es teniendo "un rol activo, de participación, responsabilidad y altura de miras. Esta postura permite que veamos la crisis como una oportunidad de cambio y transformación y no sólo como una amenaza al orden y la estabilidad a la que estamos habituados”, concluye.