Desde el balcón del Palacio de la Moneda, el mandatario tuvo palabras para referirse a los derechos de las disidencias, de los más vulnerables y de los niños, niñas del país. Asimismo, aseguró una solución pacifica, con relación al pueblo mapuche, el cual "tiene derecho a existir".
Durante la jornada de este viernes 11 de marzo, el presidente de la República, Gabriel Boric, realizó su primer discurso oficial como jefe de Estado. Desde el Palacio de la Moneda, se dirigió a sus adherentes que llegaron a la Plaza de la Constitución, y a todos los chilenas y chilenas del país que lo estaban escuchando.
En ese contexto, un mandatario muy emocionado, tuvo palabras para abordar diferentes temáticas, como los derechos de las disidencias sexuales, las violaciones a los Derechos Humanos, los conflictos en la macrozona sur y norte del país, el proceso Constituyente, la pandemia y la vacunación, y el conflicto en el Wallmapu, entre otros temas.
"Chilenos y chilenas, habitantes de nuestra patria, pueblo de Chile. Esta tarde, por primera vez les hablo como presidente de la República. Presidente de todos y todas los que habitamos este país que tanto queremos. Cuanto queremos a Chile, que ha sufrido tanto y que tantas alegrías nos ha dado. Gracias infinitas por darme este honor, a ustedes a quienes nos están viendo a lo largo y ancho de nuestro país, a mi familia incondicional, a nuestro gabinete y a nuestros equipos, y también personalmente a Irina", comenzó diciendo el ex parlamentario.
"Este Chile, hecho de diversos pueblos y naciones, instalados en una cornisa del continente, entre las cordilleras imponentes y su océano mágico, enriquecido por el trabajo de su pueblo. Solo en un puñado de años, ha tenido que atravesar terremotos, crisis, violaciones a los derechos humanos que nunca más se repetirán en nuestro país", añadió el magallánico.
"Siempre sacamos el polvo, nos secamos las lágrimas y seguimos. La emoción que he sentido hoy día al atravesar la Plaza de la Constitución y entrar al Palacio es profunda y necesito, de forma existencial, compartirla con ustedes. Son parte protagónica del proceso, el pueblo de Chile es protagónico, no estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes. Quiero que sepan que no llegamos aquí para llenar cargos, llegamos para entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor la vida de nuestra patria", enfatizó en el inicio de su primer discurso presidencial.
"He visto sus caras recorriendo nuestro país, la de las personas mayores cuya pensión no les alcanza para vivir porque algunos hicieron de la previsión un negocio. La de los enfermos que no tienen dinero para su tratamiento. La de los estudiantes endeudados. La de los y las campesinos sin agua por sequía y por saqueo. Las de las mujeres que cuidan a sus niños con TEA, que en cada lugar de Chile me las encuentro. La de sus familiares postrados y de sus bebés indefensos", recalcó.
Lee también: "Un sistema de protección ante la violencia": Las expectativas de la ministra de la Mujer para un gobierno feministaEn ese mismo sentido, prosiguió: "La de las familias que siguen buscando a los detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar. Las de las disidencias y diversidades que han sido discriminadas. La de los artistas que no pueden vivir del trabajo porque la cultura no es valorada en nuestro país. La de las dirigentes sociales que luchan por una vivienda digna en las poblaciones. La de los pueblos originarios despojados de su tierra, pero nunca de su historia. Las de los niños y niños del Sename, nunca más. Las caras de las zonas más aisladas, como el Magallanes de donde vengo, las de quienes viven en la pobreza olvidada: con ustedes es nuestro compromiso".
En el desarrollo de sus palabras, aseguró que se inicia un periodo de grandes desafíos, de inmensa responsabilidad. Asimismo, recordó que Chile tiene una larga historia, citando a los otroras jefes de Estado.
"Iniciar mi mandato es hacerme parte de una historia que nos excede a todos, pero que le da forma, sentido y dirección a nuestra mirada. Por aquí pasaron miles de personas que hicieron posible la expansión de la educación pública, el reconocimiento del derecho de las mujeres en el país y en la casa. El reconocimiento de los derechos sociales. Por este lugar desde donde hablo pasó Balmaceda y su dignidad chilena. Pedro Aguirre Cerda y su gobernar es educar. Eduardo Frei y su promoción popular, el compañero Salvador Allende y la nacionalización del cobre. Patricio Aylwin de la recuperación de la democracia. Michelle Bachelet abriendo caminos inesperados con la protección social", recordó.
"Aquí se escuchan los ecos de quienes anónimamente se han levantado contra la opresión, defendiendo los Derechos Humanos, exigiendo, verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. por acá suena el clamor feminista y su lucha por la igualdad. Pero estas paredes han sido testigos del horror de un pasado de violencia y opresión que no hemos olvidado y que no olvidaremos. Por donde hablamos hoy, ayer entraron cohetes y eso nunca más se puede repetir en nuestra historia. Este palacio, esta plaza, este país tiene historia y a esa historia también nos debemos", precisó.
"En esta jornada tan importante, en el difícil camino de los cambios que la ciudadanía decidió echar andar en unidad, vienen a mi mente y a mi corazón, los días que marchamos por un futuro digno. ¿Hacia dónde marchamos?. No va a ser este gobierno el fin de esa marcha, vamos a seguir andando, y el camino sin duda será largo y difícil", remarcó.
Lee también: "Un sistema de protección ante la violencia": Las expectativas de la ministra de la Mujer para un gobierno feminista"Hoy el sueño de millones de personas están acá dándonos sentido para llevar a buen puerto lo que la sociedad demanda. Mi sueño es que cuando terminemos este mandato, podamos mirar a nuestros hijos, hermanas, vecinos, abuelos y padres, y sintamos que hay un país que nos protege y que no acoge, que nos cuida y que garantiza derechos. Debemos retribuir con justicia el sacrificio que hacen para el desarrollo" señaló.
En el transcurso de su discurso, advirtió que cumplir las metas no será fácil, que cometerán errores, y que esos errores los deberán enmendar con humildad, escuchando siempre a quienes piensan distinto y apoyándose en el pueblo de Chile.
"Viviremos tiempos desafiantes y tremendamente complejos. La pandemia sigue su curso con un saco de dolor y pérdidas de vida que nos acompañará por mucho tiempo. Pensemos por un segundo en quienes se han ido, pensemos en el dolor que tiene cada familia en su intimidad, por quien ha partido y no volverá. Tenemos que abrazarnos como sociedad, volver a querernos y sonreír. Más allá del discurso, que importante y diferente es cuando nos queremos y no desconfiamos el uno del otro, sino que nos apoyamos. Nos queremos y salimos adelante juntos y juntas, eso es lo que tenemos que construir", expresó.
"Sabemos que la economía sigue resentida y que el país necesita crecer y repartir de manera justa los frutos del crecimiento. Cuando no hay distribución de riqueza, cuando se concentra en unos pocos la paz es muy difícil, necesitamos redistribuir la riqueza que producen quienes habitan nuestra patria. Sabemos que a todas estas dificultades se suma además un contexto internacional marcado por la violencia en muchos lugares del mundo", detalló.
Con relación al contexto internacional marcado por la violencia en muchos lugares del mundo aseguró: "En esto quiero ser muy claro: Chile promoverá el respeto de los Derechos Humanos, sin importar el color del gobierno que los vulneren".
Lee también: Sin la frase del escudo y con símbolos patrios: El nuevo logo del gobierno de Gabriel Boric"Somos profundamente latinoamericanos. Basta de mirar con distancia a nuestros países vecinos, un saludo a nuestros pueblos hermanos. Desde este continente haremos esfuerzos para que la voz del sur se vuelva a escuchar", complementó.
"Son tantos los desafíos: la emergencia climática, los procesos migratorios, la globalización económica, la violencia permanente contra las mujeres. Tenemos que trabajar junto con nuestros pueblos hermanos de América Latina. Nunca más mirarnos en menos, para salir adelante juntos. Practicaremos la autonomía política internacional, sin subordinarnos nunca a ninguna potencia. Quiero que sepan, que como presidente de Chile, y nuestro gabinete, y nuestros equipos, no le haremos el quite a los problemas. Vamos a hablar con ustedes, para contarles el porqué de nuestras decisiones para que sean parte de las soluciones. Eso requiere cambiar la relación que se tiene con las autoridades, no pueden ser inalcanzables, queremos ministros en la calle, con el pueblo", explicó.
"Para eso nos vamos a necesitar todos, gobierno y oposición, instituciones y sociedad civil, movimientos sociales. Seré el presidente de todos los chilenos y chilenas y escucharé siempre las críticas constructivas y las propuestas de quienes piensen distinto a nosotros. Como he dicho más de una vez, citando palabras nacidas al calor de las movilizaciones en un colegio tomado de una población, porque de la movilización venimos, pero no nos olvidamos desde donde venimos. Vamos lento porque vamos lejos. No vamos solos, sino que con todos ustedes, hombres, mujeres, niños y niñas que nos acompañan en la plaza y desde sus casas. Es central que ustedes se hagan parte del proceso, porque no podemos hacerlo solos", puntualizó.
Lee también: Su nuevo vecino: Barrio Yungay da la bienvenida al presidente Gabriel Boric"Vamos a implementar con mucha energía la consolidación de nuestra economía, sin reproducir sus desigualdades estructurales. Nunca más zonas de sacrificio. Queremos terminar con los abusos que han indignado a nuestro pueblo y volver a generar en conjunto, recuperando las buenas ideas de antes. Queremos que las pequeñas y medianas empresas que generan valor vuelvan a crecer. Queremos recuperar el empleo digno", afirmó.
"Sabemos que enfrentamos grandes desafíos en el norte y en el sur. Con la crisis migratoria recuperaremos el control de nuestras fronteras y trabajaremos con los países hermanos para abordar de manera colectiva las dificultades del éxodo de miles de seres humanos, no nos olvidemos nunca que son seres humanos", exclamó.
"Quiero decir que la gente de Colchane, Iquique, Antofagasta, Arica, y San Pedro, no estarán solos. Quiero decir que en el sur tenemos un problema. Antes se hablaba de la pacificación de la Araucanía, que término más burdo e injusto. Después algunos decían el conflicto mapuche, no es el conflicto mapuche, es el conflicto entre Estado chileno y un pueblo que tiene derecho a existir", comenzó indicando con respecto al tema.
Lee también: Tres carabineras por primera vez lideran la seguridad de un presidente: Le agradecieron por "depositar su confianza""La solución no es la violencia, trabajaremos incansablemente para reconstruir las confianzas luego de tantas décadas de abuso y despojo. El reconocimiento a existir de un pueblo con todo lo que implica, será nuestro objetivo , y el camino será el diálogo, la paz, el derecho y la empatía con todas las víctimas. Cultivemos la reciprocidad, no nos veamos como enemigos, tenemos que volver a encontrarnos", detalló.
Ya llegando al final del discurso, tuvo palabras para abordar el proceso constituyente, confirmando que en este primer año de gobierno, se han impuesto como tarea acompañar el proceso constituyente por el que tanto han luchado.
"Vamos a apoyar decididamente el trabajo de la Convención Constitucional. Necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia, una Constitución que a diferencia de la que se fue impuesta a sangre, fuego y fraude por la Dictadura, nazca en democracia, de manera paritaria y con participación de los pueblos indígenas. Una Constitución que sea para el presente y para el futuro. Una Constitución para todos y no para unos pocos. Los invito a que nos escuchemos de buena fe, sin caricaturas", remarcó.
"Escuchemosnos de buena fe para que el plebiscito de salida sea un punto de encuentro y no de división, y podamos aquí junto al pueblo firmar una Constitución democrática con participación de todos nuestros pueblos. Chilenos y chilenas, el mundo nos está mirando. Quiero decirles que el pueblo nos está mirando, el mundo nos está mirando y estoy seguro que ven con complicidad lo que pasa en Chile. Tenemos una oportunidad de aportar humildemente a la construcción de una sociedad más justa y estaremos a la altura del proceso democrático", determinó.
"Queridos habitantes, asumo hoy con humildad y con conciencia de las dificultades del mandato. Lo hago con la convicción de que solo en la construcción colectiva de una sociedad más digna podremos formar una mejor vida para todas y todos. En Chile no sobra nadie, la democracia la construimos juntos y la vida que soñamos solo puede nacer de la convivencia, del diálogo, de la democracia y de la colaboración", señaló.
"Se que en cuatro años más el pueblo de Chile nos juzgará por nuestras obras y no por las palabras. Como decía un viejo poeta, el adjetivo cuando no da vida, mata. Hoy era necesario hablar, mañana todos juntos a trabajar. Como pronosticaba hace casi 50 años Salvador Allende, 'estamos de nuevo abriendo las grandes Alamedas por donde pase el hombre y la mujer libre para construir una sociedad mejor'. Seguimos: ¡Viva Chile!", sentenció.