Supervisión constante en entornos acuáticos e instalación de rejas protectoras en piscinas. La importancia de la elección cuidadosa de dispositivos de flotación y clases de natación.
Con el inicio del verano y las
altas temperaturas, expertos advierten sobre la necesidad de
precauciones al disfrutar del mar y la piscina, especialmente con los más
pequeños.
La
presencia de adultos cerca de sus protegidos, tomar debidas
precauciones en el agua, acercarlos a
la natación a temprana edad o el uso de
salvavidas, son importantes para resguardar a los niños y niñas mientras disfrutan del agua.
¿Cómo mantener a los niños seguros en el agua durante el verano?
Supervisión constante
La
presencia de adultos cerca de los niños es esencial en
entornos acuáticos para actuar rápidamente en caso de cualquier eventualidad. Ni clases de natación ni dispositivos de flotación deben reemplazar esta supervisión.
Protección en el hogar
El
Dr. Francisco Marino, urgenciólogo y jefe del servicio de Urgencias y Rescate de Clínica Las Condes, destaca la importancia de
instalar rejas en las piscinas de "al menos 1,5 metros con barras verticales, es un elemento de seguridad fundamental”. Además, recomienda
evitar dejar juguetes en el agua cuando no esté en uso para prevenir atracciones peligrosas.
Clases de natación desde temprana edad
Fomentar la
familiarización temprana con el agua es positivo, pero el especialista advierte que las clases de natación no deben sustituir la supervisión adulta, especialmente en
niños menores de 4 años.
Flotadores adecuados
La elección de
dispositivos de flotación es crucial. Seleccionar aquellos que se
ajusten correctamente al cuerpo del niño, evitando deslizamientos. "También se debe chequear que los flotadores cumplan con las normativas de seguridad, sean de colores llamativos y cuenten con instrucciones en español.
El flotador más recomendado es el chaleco salvavidas, ya que tiene buen soporte para los más pequeños”, indica el doctor
Marino.
Ante emergencias acuáticas, el médico aconseja
"mantener la calma y en el caso que las condiciones sean seguras; gritar por ayuda, retirar al niño del agua, sacar la ropa mojada y
avisar a los servicios de emergencias. También es importante chequear si el niño no respira o no responde, ya que en ese caso, deben iniciarse las
maniobras de reanimación con 2 insuflaciones y 30 compresiones”.