Pamela Varas, directora de la carrera de Enfermería de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, comparte consejos para gestionar el estrés durante las festividades de Año Nuevo. Incluye recomendaciones sobre alimentación adecuada, autocuidado, y técnicas alternativas.
La víspera de
Año Nuevo, aunque llena de festividades, a menudo viene acompañada de
estrés y ansiedad.
Las
diversas actividades asociadas a los preparativos de la
celebración de fin de año, como las
reuniones familiares, las compras y la organización de eventos, pueden generar una carga significativa en las personas.
Esta sobrecarga, a su vez, puede desencadenar
problemas de salud, como el
aumento de peso, el
estrés, la falta de sueño y la ansiedad.
Ante este desafío,
Pamela Varas, directora de la carrera de Enfermería de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, comparte
valiosos consejos para afrontar estas tensiones de manera positiva.
Claves para reducir el estrés en Año Nuevo
Para prevenir estos problemas, es
esencial tomar medidas para gestionar la situación en beneficio de la salud mental.
"
Establecer límites y no tratar de hacer todo a la vez es crucial. Aprender a decir que no a las actividades que no sean esenciales en este periodo y que conlleven a una saturación de labores", explica
Pamela Varas.
"Es por ello que se debe
planificar con anticipación y hacer una lista de tareas pendientes, estableciendo plazos realistas que no nos hagan caer en más nerviosismo", agrega.
La alimentación también juega un papel importante en estos casos. Se debe priorizar la
ingesta de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas.
Además, se recomienda evitar
alimentos procesados y bebidas azucaradas, así como no omitir comidas.
"Si se tiene demasiada hambre, es más probable que se coma en exceso.
Tampoco hay que apresurarse al comer para poder continuar con la celebración", destaca Varas.
Técnicas de relajación en la víspera de Año Nuevo
Otra clave esencial para reducir el estrés durante las festividades de
Año Nuevo es la práctica de
técnicas de relajación.
La
respiración profunda es fundamental, una técnica efectiva que puede
llevarse a cabo en cualquier lugar y que contribuye a mejorar la
calidad del sueño y la concentración.
Además, existen otras técnicas como el
taichí, un arte marcial suave que combina movimientos lentos y controlados.
La
relajación muscular progresiva también resulta beneficiosa para reducir el
agotamiento mental, al igual que la
meditación y el yoga, métodos que pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada persona.