Los cambios sociales y el creciente interés por lo gourmet son algunas de las razones que llevaron a que este lugar se posicione como el preferido del hogar, por sobre otros que históricamente se mantuvieron como el espacio ideal para la familia. Acá te contamos las claves que explican cómo la cocina pasó de ser un espacio reducido y funcional al favorito y más valorado de las personas.
Uno de los recintos del hogar que ha experimentado una gran evolución a lo largo del tiempo es la cocina. Así lo evidencia un estudio realizado por el área de research de Socovesa, donde se posiciona como el segundo factor decisivo a la hora de comprar una propiedad, alcanzando un 68% en el segmento de casas, tras el dormitorio principal que obtuvo un 78%, y por sobre el living, que está en el tercer lugar con un 55%. Incluso, se observa que para las familias ya consolidadas o en aquellas donde los hijos ya se fueron de la casa, la cocina se convierte en el recinto más importante.
El estudio, que fue realizado a más de 1.800 encuestados, reafirma la valoración que tiene hoy en día este espacio, dejando atrás el rol meramente práctico para darle uno más protagónico. En ese contexto, Inmobiliaria Socovesa definió los tres factores que definen a la cocina como el lugar favorito dentro de la casa.
Los cambios en el habitar de las personas vienen de una nueva conformación de la sociedad donde han aparecido nuevos segmentos para el rubro inmobiliario como los millennials, los adultos mayores, personas separadas, padres o madres que vienen solos con sus hijos, extranjeros, etc.
Estos nuevos segmentos se relacionan con nuevos usos de las viviendas y sus espacios. En ese sentido, la cocina ha cobrado especial importancia frente a otros recintos, lo que ocurre con mayor decisión en las familias con nido completo y vacío que son quienes más la usan, sobre todo en la semana como un espacio de encuentro y reunión. Ana María Irarrázaval, Gerente de Marketing de Socovesa Santiago explica que “la cocina es el punto de encuentro al final del día. Esto ocurre después del trabajo o el estudio y con pocas horas disponibles para tener tiempo de calidad, todo se vuelca hacia la cocina”.
Cada vez quedan más atrás las cocinas cerradas, largas y apartadas, y en su lugar, se le incorporaron atributos como la espacialidad, la luminosidad, altura y flexibilidad. Estas nuevas características surgen como una respuesta a que “la gente pide que la cocina sea más que solo eso sino que además, un lugar pasarlo bien y para estar. Dado que ahí se están concentrando varias funciones, hay que diseñar el espacio pensando en que tiene que recibir más de una actividad. A esto llamamos hibridación”, dice Ana María.
Un ejemplo es lo que está haciendo Socovesa Santiago que ha incorporado cocinas diseñadas bajo la lógica de la “hibridación”, presente en su proyecto Vista Los Bravos en La Dehesa, y que para acoger distintas funciones, se fusionó con el living y el comedor permitiendo un uso más libre del espacio.
Según explica Irarrázaval, también está la influencia de lo gourmet y la búsqueda de experiencias a través de la cocina. “¿Quién mostraba con orgullo la cocina hace 10 años atrás? Era un espacio cerrado y escondido. Ahí estaba lo doméstico, lo que no queríamos que se viera. Hoy eso ya no es así”.
El éxito de programas televisivos que abordan la gastronomía y acercan el arte de cocinar a las personas, además de la serie de eventos culinarios que se realizan constantemente en Santiago, dan cuenta del auge que vive hoy la comida y el cómo las personas se han apropiado de una nueva cultura culinaria.
Esto ha impulsado a que las personas le den un nuevo valor a la cocina en el hogar, haciendo que juntarse a cocinar en grupo, por ejemplo, sea un panorama atractivo, que demanda tener un buen espacio para recibir a los amigos o la familia. Esto es lo que ha transformado a este recinto en un driver relevante de compra, donde la amplitud, el diseño, la calidad de las terminaciones y la funcionalidad de los espacios y de los accesorios que lo conforman, toman especial relevancia.