El próximo 10 de marzo, la realizadora chilena
Maite Alberdi enfrentará su segunda nominación a los
premios Oscar, esta vez de la mano del documental
La Memoria Infinita, que muestra la historia de amor de
Paulina Urrutia y
Augusto Góngora.
El filme está nominado en la categoría Mejor Documental junto a las películas
Bobie Wine, Four Daughters, To kill a Tiger y
20 Days in Mariupol.
La cinta tuvo un
exitoso estreno en salas nacionales, convirtiéndose en el documental más visto en la historia del cine chileno.
El rol clave de Paulina Urrutia en las grabaciones
El quinto largometraje documental de
Maite Alberdi significó todo un desafío para la directora, especialmente porque el rodaje
se vio interrumpido por la pandemia del COVID-19.
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Comenzamos a grabarlo el 2017 más o menos, filmamos durante cinco años y terminamos el 2022, justo un año antes que muriera Augusto", contó la realizadora en entrevista con
CHV Noticias.
"Es un proceso largo que acompaña a la pareja por mucho tiempo y la gracia que tiene la película es que no hay un solo tiempo: Es hoy, bastante del pasado y siento que
es una relación que trasciende las linealidades de cronología", añadió.
Las restricciones sanitarias obligaron a Alberdi a idear un plan B. Fue así como
recurrió a Paulina Urrutia para grabar la intimidad de su hogar y, tal como un "diario de vida", relatar lo que ocurría en el día a día.
"Fue una obstrucción pandémica, me vi obligada a mandar una cámara porque yo no podía entrar a la casa y
no pensé que iba a tener buen material de eso", afirmó la directora, indicando que lo entendió "como una especie de material de investigación para seguir conectada".
"Con el tiempo y como se fue alargando (la pandemia), entendí la profundidad de ese material y lo especial que era porque, al final, por más que yo tenga todo el acceso y gran confianza con ellos,
llega un punto en que hay cosas que sólo pasan cuando están solos", explicó.
En ese sentido, sostuvo que "la gracia que tiene es que, en la intimidad de una pareja frente a la cámara y sin nadie más, ocurren
cosas que se dicen, formas de decírselo, situaciones que pasan a las 2 de la mañana que agradezco y siento que eso es muy excepcional".
— ¿Cómo reaccionó Paulina al momento de asumir este rol?
Es que no fue como que le dijera "oye, Paulina, ahora tú estás a cargo de la película". Fue más "te mando la cámara, graba lo que puedas y vamos viendo". Nunca le dije "tienes que hacer esta escena" (..) Ella sola fue buscando, entonces también lo entendió,
no tenía el estrés de estar filmando una película sino más bien de comunicarme a mí qué era lo que estaban viviendo.
Trabajar con figuras públicas y material de archivo
A lo largo de su carrera, Alberdi se ha caracterizado porque sus obras están protagonizadas por personas "N.N.". Lo vimos en
El Salvavidas (2011), con Mauricio Rodríguez; en
La Once (2014), con un grupo de amigas adultas mayores; o en
El Agente Topo (2020), con Sergio Chamy.
En el caso de
La Memoria Infinita, por primera vez, los protagonistas son dos figuras de reconocimiento público: el periodista
Augusto Góngora y la actriz
Paulina Urrutia.
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En realidad, yo no los elegí porque fueran personas públicas", aclaró Maite al ser consultada sobre los protagonistas del documental.
"Yo los vi en un contexto laboral. Me llamó mucho la atención cómo la Paulina cuidaba a Augusto y lo integraba socialmente, lo llevaba al trabajo, los vi muy enamorados. Entonces, mi aproximación fue desde ahí:
Entender el cuidado desde otro lugar, cómo apoyar a una cuidadora socialmente y cómo ella decide no aislarse", explicó.
—Por primera vez en tu filmografía tenemos a dos personas de reconocimiento público como protagonistas
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El hecho de que fueran figuras públicas no sabía si lo iba a contar en la película, no sabía si era necesario, pero me fui dando cuenta que habían tantas cosas que Augusto recordaba siempre sobre el trabajo, la memoria de Chile y sus dolores, sentía que era necesario hacer esos links".
Otro aspecto novedoso para la filmografía de la directora tiene que ver con el
uso de material de archivo, el cual fue rescatado de los propios archivos personales del matrimonio.
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Paulina tenía unas cintas que nunca había visto, que no sabía que existían, entonces lo que hicimos fue llevarnos todas las cintas para la casa y revisarlas. La gente -sobre todo hoy- graba, graba y graba y la clasificación de los archivos ahí queda, por lo menos antes existía el álbum de fotos y uno sabía dónde estaban", destacó.
"Eso creo que pasó con las cintas. Estaban ahí, nadie sabía lo que tenían y creo que gran parte del archivo de la película son cintas que no estaban clasificadas. Fue sorprendente para mí y para ellos encontrar ese material, porque
fue ver una relación que ha evolucionado pero ciertas cosas permanecían en el tiempo", añadió.