En el lanzamiento del libro, el actor chileno reveló que su ex esposa también tuvo una participación al cederle un relato escrito meses después de la partida de Blanca.
El
2012 fue un año que remeció la vida del actor
Benjamín Vicuña y su entonces esposa, Carolina
“Pampita” Ardohain, tras la
repentina muerte de su pequeña hija Blanca al sufrir una neumonía hemorrágica provocada por bacterias que contrajo durante unas vacaciones en México.
Para
honrar su memoria y como una forma de volcar sus más íntimos pensamientos, y sentimientos, el intérprete nacional se atrevió a escribir
Blanca, la niña que quería volar: 10 actos para conjurar el olvido, un libro en el que relata todo su
proceso de duelo y que incluye su separación matrimonial, la cual se consolidó hace casi ocho años.
En el lanzamiento de la obra, Vicuña reveló que su ex pareja también tuvo una participación tras cederle un
texto que incluyó al final del libro.
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Comparto unos textos íntimos y entrañables que escribió Carolina pocos meses después de la partida de nuestra niña y que generosamente me cedió", introdujo Vicuña.
El texto de Pampita en libro de Benjamín Vicuña
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No hay día en el que no me sienta desesperada. Las lágrimas no se acaban y los gemidos de dolor tampoco.
Es como si el tiempo se hubiera detenido y mi cuerpo se moviera, pero mi alma estuviese estancada en el fondo de un pozo ciego".
De esta manera, parte el desgarrador capítulo que incluyó fragmentos que escribió la madre de Blanca.
"Mi Blanca hermosa, me vuelve a la mente tu dibujo volando con alas y los corazones que iluminan. ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso sabías que te irías?¡Cómo no lo supe!
Te hubiese besado y retenido entre mis brazos sin soltarte, desafiando hasta a Dios si hubiese sido necesario", continuó leyendo Vicuña.
Luego, agregó: "
No sé cómo haré mañana para salir de la cama, ni sé cómo lo logré esta semana, cómo converso con la gente y cómo cuido a Beltrán (el tercer hijo de la ex pareja)".
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Las fotos de ella me matan, pero también me encantan. Las que tengo en el teléfono las miro todo el tiempo... Estaba tan grande y hermosa.
El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días", expresó la argentina.
Finalmente, la modelo y comunicadora trasandina compartió la experiencia de ir al cementerio por primera vez y pararse frente a la tumba de su hija. "Leí su nombre escrito una y otra vez: Blanca Vicuña Ardohain.
Tardé un rato en reaccionar y empezar a llorar, pero cuando empecé fue como explotar por dentro", relató.