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Francisco Saavedra es uno de los conductores más conocidos en Chile, pero su camino para ganarse el cariño de las personas no fue sencillo.
El animador de Lugares que hablan sinceró algunos de los episodios más duros de su vida en Sigamos de Largo, donde comentó de su tormentosa llegada a Santiago y hasta cómo su familia lo salvó de la cocaína en uno de los momentos más duros de su vida.
Según narró Saavedra, todo comenzó cuando llegó a la capital. "Venía buscando la aceptación de la gente, ganar amistades. Me acuerdo latente que había entrado al IACC y sentí mucho bullying por parte de mis compañeros, como contra el provinciano", contó.
"Habían tres niñas, una de ellas es concejal de Vitacura -y no voy a decir el apellido para no meterme en un forro legal-, pero se reían de mí, de la forma en la que hablaba, de los modismos de provincia. Entonces yo buscaba la aceptación de mis compañeros", detalló.
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También indicó que le costó "vivir con esa clase social alta, altanera, sentir la discriminación fuerte por venir de provincia”.
Es en ese contexto que “me metí tres meses en la cocaína, no tan intensos, pero estaba metido. Si yo hubiese seguido por ese camino no habría contado esta historia hoy día”.
De acuerdo a lo que contó el animador, su consumo era de hasta dos veces en la semana y los fin de semana. Sin embargo, todo cambió cuando su familia lo pilló. “Mi mamá tenía llaves de la casa, un día llegó (de Curicó), revisó todo y me pilló. Mi prima habló con mi familia, hicieron una intervención, me llevaron a un centro”, confesó.
Tras esto, "me sometí a lo que ellos querían y fuimos a un centro de la Católica. Le entregan el presupuesto a mi papá y decía como $10 millones”, continuó contando.
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Es en ese momento en que Saavedra le cayó el peso de todo. “Veo que a mi papá se le caen las lágrimas y le dice a mi mamá: ‘venderemos un camión no más’. Ahí te pasas toda la película de tu vida y me dije a mi mismo ‘todo esto porque el tonto hueón anda volando en un canasto. Voy hacer perder a mi papá el capital de trabajo porque ando tonteando, porque ando metido en hueas que no debería estar metido’”, narro.
Es por que que decidió tomar la decisión que le cambió la vida: Le dijo a su padre "'vamos, vámonos de este lugar, se acabó y te lo juro que no lo volveré a hacer'. Y así fue".
Y concluyó diciendo que “la coca es una mierda, destruye vidas, familias. Es lo peor. Por algo le dicen la caspa del diablo. Te hace mal a tu organismo y para los jóvenes que van llegando y se tienen que validar"
Finalmente, le recomendó a todos los jóvenes que pueden estar pasando por un mal momento que "tienen que buscar validación en ustedes, porque ustedes llegan a este mundo solos y se van a morir solos”.
05/03/2020
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