Aracely Galvarini reveló que estaba consciente de que la nominarían por el caso supermercado. Acerca de su tono de voz, señaló que "ella habla fuerte y cantadito".
Jennifer Galvarini se convirtió rápidamente en una de las jugadoras que más ha dado que hablar en
Gran Hermano Chile, especialmente
tras la fallida ida al supermercado junto a Francisca Maira.
Además, la mujer de 48 años
llamó la atención al presentarse como "La Pincoya sin glamour" durante las primeras horas en la casa, lo que generó diversas reacciones en redes sociales por su tono de voz.
Al respecto, su hermana, Aracely Galvarini, salió en su defensa y aseguró que
"la gente no entiende su tono de voz. Ella habla fuerte y cantadito. Y eso igual cae mal porque pareciera que siempre está dando órdenes".
"En
Ancud (de donde es oriunda),
ella es la payasita de la fiesta. Si ella no está, no hay fiesta. No es que esté enojada, ella lo dirá porque no tiene pelos en la lengua", agregó en conversación con
Las Últimas Noticias.
"Nos presentamos así"
Consultada por las constantes menciones a Chiloé, Aracely, afirmó que "nosotros donde vayamos nos presentamos así: Nombre, apellido y de la isla de Chiloé.
La gente de Santiago nunca dice que es de Santiago, dice 'Soy de Las Condes'".
"Son otras costumbres y sé que caen mal. Además,
le han hecho muchos memes, pero a mí me encanta. Es algo maravilloso ver a mi hermana y estamos felices", añadió.
Respecto a la nominación de Jennifer por parte de sus compañeros, quienes argumentaron que falló en la compra de alimentos, sostuvo que "sabía que la iban a nominar por eso,
pero tienen pimientos, espinacas, tomates. Podrían picarlo y hacer una ensalada surtida. Es maravilloso".
Por último, la hermana de la participante de Gran Hermano Chile
reveló que en su infancia pasaron hambre. "Es verdad. Mi papá era pescador artesanal y cuando éramos pequeños (son cuatro hermanos), a veces tenía dos o cuatro mil pesos", dijo.
"El tiempo es malísimo en Chiloé, así que
muchas veces no podía salir a trabajar porque podía ocurrir un accidente y mi mamá se las ingeniaba. Le ponía agüita al pan duro para que estuviese blando. Dios es tan grande que todo abundaba", concluyó.