¿Por qué no se aprobó? Las claves para entender la tramitación de la rebaja a la dieta parlamentaria

Es una historia larga que ha dado varias vueltas. Otras vez se discutió la rebaja a la dieta parlamentaria, reforma constitucional tramitada desde 2014, debate que subió de tono este martes tras el rechazo de una de sus indicaciones.

Claro que ahora el debate se da tras el auge de las demandas sociales desde octubre de 2019, las que incluyen fuertes críticas a los ingresos de los parlamentarios.

En la Cámara de Diputados se discutían las polémicas modificaciones que sufrió el proyecto tras su paso por el Senado. Con mascarillas cubriendo parte de sus rostros, los parlamentarios expusieron en la sala.

El debate se centró en cuatro cambios realizados al proyecto original. De aprobarse los cuatro, la ley ya sería una realidad. Pero uno de ellos trabó todo: el que determinaba que fuera el Consejo de Alta Dirección Pública el que decidiera en 30 días la rebaja transitoria que sufriría la dieta de los parlamentarios a la espera que una comisión designada fije el nuevo sueldo definitivo de los congresistas.

Esta particularidad no gustó entre miembros de la oposición. El diputado Gabriel Boric (CS), uno de los autores de la reforma, criticó que "no se le entrega al ente externo ningún criterio para determinar cuál es la rebaja que tiene que haber".

Lo que planteaba el proyecto original es que una vez despachada la iniciativa legislativa, el sueldo de los parlamentarios fuera rebajado inmediatamente en un 50% de manera transitoria a la espera que el organismo creado se pronunciara.

De esta forma, el proyecto pasará a Comisión Mixta, donde los parlamentarios Juan Antonio Coloma (UDI), Leonardo Soto (PS), Matías Walker (DC), Gabriel Boric (CS) y Paulina Núñez (RN) revisarán esta polémica indicación.

Actualmente la dieta parlamentaria llega, en monto bruto, a los $9.349.000, el sueldo más alto de congresistas de la OCDE, equivalente a 33 sueldos mínimo.

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