Lissette Zapata es mamá de Matías, un niño de 5 años al que le cambió la vida. Tras creer que su hijo era autista, en 2016 los médicos le dijeron que tenía el Síndrome de Waardenburg, una enfermedad genética que le provocó la pérdida auditiva total.
"En la medida que fue creciendo, él no hablaba, solo balbuceaba y supuestamente tenía autismo. Él no se podía expresar, uno no le podía entender. Era súper complicado y frustrante", comentó la mujer.
Lissette se enteró que no era el autismo el culpable de que no se pudiera comunicar cuando Matías cumplió los dos años. Si bien intento hacer que fuera cumpliendo todas las etapas de crecimiento de manera tradicional, una mala experiencia en el jardín cambió los planes.
"Iba súper bien, pero una tía (del jardín) no se sintió capacitada para tener a Matías en la sala, entonces decidieron por ellas tenerlo hasta el mediodía. En ese tiempo trabajaba en la feria, entonces me cortaba las alas", recordó Lissette, quien teme que el niño pueda ser "discriminado por ser como es. Matías es un niño normal, excepto que no escucha y él sabe comprenderlo".
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Los colegios tradicionales le exigían a Matías que utilizara audífonos para poder estar en las clases, una solicitud que en su caso no funcionaba, ya que esos dispositivos tampoco le permitían escuchar.
El año pasado Lissette se encontró con un folleto de la Escuela Especial Anne Sullivan para niños sordos, en la comuna de El Bosque. Actualmente ese establecimiento es prácticamente su segundo. Allí comenzó a aprender a comunicarse mediante el lengua de señas.
Carolina López, profesora jefe de Matías, expresó que "la inclusión de Matías en la sociedad parte en la familia".
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Sin embargo, la pandemia de COVID-19 hizo todo más difícil. La mamá de Matías ha debido aprender a comunicarse con la lengua de señas para ayudarlo en las clases online. Es por eso que Lissette decidió estudiar dos veces a la semana para ser ella quien le enseñe a su hijo. Comenzó las clases remotas en abril y hoy ya logra comunicarse de forma más fluida con Matías.
La pandemia no sólo retrasó el aprendizaje, también su tratamiento y los exámenes médicos que requiere para saber si podrá ser candidato a un implante que le permita escuchar. "Mi sueño es que pueda tener su implante, porque sería una mejor calidad de vida para él. No escucharía al 100% pero escucharía", compartió Lissette.
01/09/2020
23:43
