Fue una compleja investigación para la PDI debido a la barrera idiomática por lo que fue clave para poder indagar fue la participación de un detective que habla chino mandarín.
Un ciudadano chino ofreciendo un kilo de marihuana a un narcotraficante chileno fue el punto de partida de una investigación de más de un año de duración que logró desbaratar a una peligrosa mafia china que estaba operando en nuestro país. Contaban con galpones con miles de plantas de cannabis y un karaoke como fachada para lavar dinero y en donde además, se reunía la cúpula de la organización criminal. El recurrente método de escuchas telefónicas que aplica la Policía de Investigaciones se complejizó en este caso debido a la barrera idiomática. Clave para poder indagar fue la participación de un detective que habla chino mandarín. Ante las evidencias recopiladas, se actuó rápido y se llevó a cabo un allanamiento tanto en el karaoke como en algunos domicilios. Una vez que dieron con el galpón en donde tenían la droga, ubicado en la comuna de Macul, incautaron más de 600 plantas y armamento de fuego. La desarticulación del grupo criminal dejó a sus tres integrantes principales tras las rejas