El empresario gastronómico mostró una boleta que evidenciaría el "excesivo consumo de alcohol" por parte del médico Germán Arancibia y su esposa, quienes denunciaron haber sido presuntamente drogados el pasado 3 de junio al interior del local Gran Museo Peruano.
Pablo Vega, dueño del restaurante Gran Museo Peruano de Vitacura, rompió el silencio tras las acusaciones que salieron recientemente a la luz sobre clientes que acusan haber sido presuntamente drogados para robarles en el recinto. Un relato realizado por el médico radiólogo Germán Arancibia y su esposa, quienes acudieron al local el pasado 3 de junio junto a otra pareja de amigos. De esa manera, Vega se defendió mostrando la boleta por $88 mil que detalla el consumo de dichos clientes, argumentando que lo acontecido se debió a un excesivo consumo de alcohol. Asimismo, el empresario gastronómico acudió hasta la Brigada Investigadora de Robos e Intervención Criminalística de la PDI para entregar los registros de las cámaras de seguridad que refutarían lo denunciado. "Sorprendente, porque nunca nadie me ha reclamado, nunca nadie me había dicho esto (...). Estoy super dañado, mi familia, mi negocio y mi imagen. Indignante", manifestó Vega. El restaurante está ubicado en Vitacura y actualmente solo atiende bajo la modalidad de delivery. Finalmente, el caso se mantiene siendo investigado por la PDI y la Fiscalía Oriente.