Casi mil cheques protestados y diversos documentos de una deuda de $10 mil millones era lo que albergaban estos archivadores de la ex casa de estudios. Documentos requeridos por los estudiantes para normalizar su comportamiento financiero y así acceder a créditos para otros fines.
David Cortés compró la cartera de deudas de los estudiantes de la Universidad Arcis cerrada en 2017. Son más de mil cheques protestados, y casi 40 cajas con archivadores con pagarés morosos que ascienden a más de $10 mil millones, ya que alrededor de siete mil alumnos quedaron con pagos pendientes en la extinta casa de estudios. Estos ex alumnos no podían acceder a los documentos ni regularizar su situación financiera ante la falta de estos documentos físico, y ahí David quiso ayudar. Esta adquisición partió a fines de 2019, cuando el factoring dueño de la cartera la iba a rematar. David fue a la oficina para acceder a los documentos y solo hubo un postor, el mínimo de compra era por un millón de pesos. "Yo lo que quería era perdonar la deuda de la gente y no seguir hundiéndola más", asegura, por lo que pretende devolver estos documentos a cambio de un aporte monetario mínimo solo si la persona tiene dinero. Si bien las deudas aludidas están prescritas, la existencia de documentos protestados puede ser una carga de años, perjudicando el comportamiento financiero para optar a un crédito.