Pocas veces el nombre de Chile se había escuchado tanto en los medios de todo el planeta como ocurrió durante 2019. Conversamos con periodistas extranjeros, quienes siguieron el desarrollo de la crisis social y analizan el próximo plebiscito constitucional.
El estallido social generó gran interés en diversos países del mundo y a un año del 18 de octubre, conversamos con periodistas extranjeros que siguieron el desarrollo de la crisis en Chile.
¿Cuánto ha cambiado la imagen internacional de nuestro país desde entonces? y ¿Cómo se analiza el próximo plebiscito constitucional? Ellos y ellas responden.
Pocas veces el nombre de Chile se había escuchado tanto en los medios de todo el planeta como ocurrió durante 2019. Y es que en un año convulsionado por protestas alrededor del mundo, a muchos les sorprendió lo que ocurrió desde ese 18 de octubre en nuestro país.
Lee también: Joven que acusa suplantación de identidad por parte de Carabineros anunció que iniciará acciones legales"Acá hubo una gran sorpresa y yo entiendo que también un deseo grande por entender qué estaba pasando", relata Julieta Nassau, periodista del diario La Nación, de Argentina, quien asegura que incluso "el año pasado escribí del tema de la represión y el abuso de la fuerzas de seguridad".
Por otro lado, Sylvia Colombo, su par del diario Folha, de Brasil, explica que en ese país "se tiene una imagen un poco idealizada de Chile, de un país organizado, que tiene una sociedad bien estructurada y que hay poca desigualdad".
Es la percepción de parte de la prensa extranjera que cubrió el llamado "estallido social chileno". Al cumplirse un año de su inicio, comentan cómo la mirada hacia nuestro país ha cambiado estos 12 meses.
Lee también: "Vamos Chilenos": Fueron entregadas las primeras donaciones de celulares a adultos mayores"En ese entonces estábamos viendo cómo destapar la realidad encubierta que tenía Chile, que superficialmente había mucho progreso", comenta John Bartlett, periodista británico y corresponsal de The Guardian.
"Yo pienso que el estallido social, en todas sus manifestaciones, que incluyó excesos policiales y violaciones a los derechos humanos, obviamente va a tener un impacto en la imagen de Chile en el mundo", advierte por su lado el editor y columnista de The Economist, Michael Reid.
Pero volvamos a ese último trimestre del 2019. Pasaban las semanas y las masivas manifestaciones no paraban. El mundo seguía pendiente de lo que ocurría en este rincón al sur del planeta. Hasta que llegó el 15 de noviembre y así lo informaba la prensa internacional:
"Después de varias semanas de protestas masivas, el Congreso chileno ha acordado realizar un plebiscito para reemplazar la Constitución de la era de Pinochet".
Lee también: Matthei pidió primarias presidenciales con Lavín: "Es el estándar democrático hoy"Fue el acuerdo político que calmó en parte los ánimos en las calles y que también alivió al gobierno del presidente Sebastián Piñera de la mayor crisis socio-política desde el retorno de la democracia.
"Esto ofrecía una salida potencial constructiva e importante para el país, frente a una situación de muchas demandas y descontento social", indica Reid.
Así a finales de ese año, se publicaba en el Diario Oficial la convocatoria para el plebiscito que consultaría a los chilenos si están de acuerdo con la redacción de una nueva Carta Magna. Un momento histórico que también se analizaba en los medios internacionales.
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"Sorprende que Piñera haga un llamado a ese plebiscito, pero no sorprende que lo haga después de tantos intentos fallidos de controlar la posición. Yo creo que es positivo para Piñera que haya dado este paso", advierte Colombo.
La pandemia del COVID-19 obligó a posponer el plebiscito para el próximo 25 de octubre y también concentró la atención mundial en esa emergencia. Pero la posibilidad de redactar una nueva Constitución chilena sigue concitando interés.
"Como la dictadura de Pinochet fue conocida en todo el mundo y como la Constitución de 1980 es una herencia de la dictadura, por ahí hay mucho interés de ver qué está pasando en Chile", admite Sophia Boddenberg, corresponsal alemana en Chile.
Una votación que será histórica, pero que podría ser sólo el primer paso para poner fin a la crisis social que cambió la forma en que el mundo mira a nuestro país.