Los recuerdos de las vacaciones del matrimonio chileno de Luis Muñoz con Ximena Paredes nunca quedarán en el olvido. Y no precisamente por las dos semanas que pasaron recorriendo Asia en un crucero, si no por los 14 días posteriores que tendrán que permanecer en cuarentena abordo del barco que actualmente se encuentra en la ciudad de Yokohama, Japón.
"Hace dos días nos enteramos que se iban a subir las autoridades sanitarias a bordo para chequear a los pasajeros porque había habido un caso de coronovairus durante el trayecto", comenta Ximena.
El pasajero ya había desembarcado, pero había estado a bordo durante cinco días. Al poco tiempo, en Hong Kong, detectaron que tenía el virus. Las alarmas se encendieron, no sólo en tierra firme, sino también en altamar.
"Cinco días son lo suficiente para infectar a la gente con la que tuvo contacto, en casinos, los comedores", agrega Luis Muñoz, quien debe pasar junto a su esposa día y noche encerrados en la habitación del crucero Diamond Princess.
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Aproximadamente 3.700 personas estaban a bordo de la embarcación. Los protocolos se activaron y por alto parlante les avisaron que comenzarían a ser chequeados. A 200 personas, el círculo más cercano del contagiado, se les tomaron muestras de sangre. Hasta este jueves, 20 de ellos dieron positivo por coronavirus.
El siguiente anuncio es que entraban en fase de cuarentena. Tendrían que estar arriba del barco dos semanas adicionales. Su hija, María José Muñoz, a miles de kilómetros en Chile, está ansiosa y ha seguido de cerca todo el proceso: "Es una situación compleja. Y me siento como una tercera pasajera porque mi mamá me ha mandado todos los audios del capitán para que se los traduzca".
Su único respiro, es que el matrimonio no tiene el brote.
"En la mañana te dejan el desayuno en la puerta con gente que viene con guantes, con máscaras, totalmente aislados. Y te pasan en la puerta el desayuno, uno la cierra, y cuando termina se deja en el pasillo las tazas vacías", cuenta Luis. Es que sólo llevan dos días de encierro y admiten que no saben como será después.
Eso sí, agradecen que, a diferencia de la mayoría de los pasajeros, tienen la suerte de tener una habitación con ventanas y balcón. Es ahí donde saldrán a respirar el aire fresco los próximos 12 días que les quedan de cuarentena.
06/02/2020
23:48
