Economistas apuntan a que la posibilidad de una reforma previsional que incorpore el reparto, por sobre la capitalización individual, fue una de las razones para el cuantioso éxodo.
En 2019, casi todo en el país cambió. Si bien el estallido social ocurrió en octubre, fue noviembre el mes que mejor retrató sus efectos y consecuencias, presentando cifras anómalas en el campo laboral, económico, comercial y también, según se conoció esta semana, al hablar de pensiones.
De hecho, durante el onceavo mes de 2019 se evidenció un récord: más de $29 mil millones fueron retirados de los fondos provenientes del Aporte Previsional Voluntario (APV), el que cada chilena y chileno entrega para complementar su futura pensión.
"No es que nadie más quiera tener un APV, la gente ha tenido que ocuparlo. A mi me pasó. Yo trabajo en ventas y en estos meses no hemos vendido nada, entonces el APV tuve que sacarlo, no había otra manera", dice María Alejandra, vecina de San Miguel, pero quien trabaja en venta de cursos de inglés. "Llevaba casi un año preparándome para mi jubilación, porque me quedan 5 años para pensionarme", agrega. Planes que debieron cambiar.
Según la Superintendencia de Pensiones, los $29 mil millones retirados en noviembre más que duplican los $12.600 millones que, en promedio, mes a mes se retiraban desde los APV antes del estallido social.
Lee también: Corte declaró admisible recurso de hombre con cáncer terminal que pide retirar sus fondos de la AFPDe acuerdo a Claudio González, economista y director de Inversiones de GH Capital Invest, lo anterior "responde a dos razones: Primero a la incertidumbre por la rentabilidad de los fondos en que están invertidos y el desempeño del dólar, pero, por otro lado, también a dudas de qué pasará con esos fondos si se reforma el sistema previsional. Si se cambia a un mecanismo de reparto, los fondos podrían repartirse y muchos no querrían eso".
Pero esto tiene un costo. Los APV tienen una exención tributaria, pero que deja de existir al realizar un retiro de los fondos, debiendo pagar el Impuesto Único a la Renta, es decir, una retención de cerca de un 15% del dinero acumulado.
"Más allá de que es una decisión personal, mucha gente está dispuesta a pagar ese impuesto, porque teme, por ejemplo, que una reforma al sistema previsional pueda modificar esa exención tributaria", agrega el economista.
Eso ocurrió en noviembre, pero algo también llamativo pasó en octubre, mes en que se produjo el estallido social: se retiraron 23 millones de dólares, cifra también muy poco habitual. "Yo los retiré también hace un par de meses porque necesitaba las 'lucas'. Me salvó", dice Yahir, vecino de San Miguel y es uno más de quienes han retirado sus fondos de APV desde octubre. No es algo tan puntual.
Lee también: Senado aprobó y despachó a la Cámara el proyecto de reforma tributariaUn escenario que el 18-O cambió radicalmente. Los multifondos de AFP venían con un más que positivo rendimiento, especialmente, los de mayor riesgo. El fondo A rentó un 5,39%, mientras que el B lo hizo en 2,95% y el C en 0,78%. Los fondos más conservadores, el D y E, sí tuvieron pérdidas, pero, aún así, se hablaba de que, en promedio, el sistema presentaba su mejor rentabilidad de la década.
A todo este fenómeno se suma otro escenario también con cifras récord: los traspasos de fondos de pensiones en noviembre alcanzaron los 461.266 movimiento, muy por sobre los 356.025 de julio, por ejemplo. Según Ciedess, el 93% de esos cambios fueron traspasos dentro de la misma AFP, mientras que el 7% restante fueron personas que cambiaron la entidad que administraba sus fondos.
Se trata de un panorama que, a juicios de expertos, no supone la posibilidad de que los APV corran riesgo, pero que constituye fenómeno sorpresivo por sus cifras, pero entendible por los motivos que llevan a miles de chilenos, día a día, a retirar hoy los fondos que, se suponía, servirían para complementar su futura pensión.