Fue el pasado 9 de febrero cuando un terrible caso salió a la luz. La
Policía de Investigaciones (PDI) estaba
indagando la inhumación de una guagua en
San José de Maipo, específicamente en las cercanías de la Reserva Coyanco.
El terrible hecho se dio tras la denuncia de una persona, quien
alertó prácticas poco habituales de parte de individuos de una comunidad, lo que abrió la posibilidad de que se tratara de una secta.
De hecho, el prefecto
Jorge Abatte, jefe de la Brigada de Homicidios Sur, confirmó que el cuerpo de la pequeña víctima
estaba enterrado a 90 centímetros de profundidad.
Vínculos con Antares de la Luz
CHV Noticias conversó en exclusiva con un ex miembro de esta comunidad, que
entregó detalles relevantes que ya son indagados por las policía y la Fiscalía.
Esta persona, que optó por reservar su identidad, confirmó que en la Comunidad Arcoíris estuvo
nada menos que Ramón Castillo Gaete, sujeto conocido como Antares de la Luz, que lideró una secta que realizó inhumaciones ilegales en la década pasada.
"Estuvo en la comunidad habitando y
fue expulsado por sus conductas", comentó. Dando un ejemplo, el ex integrante señaló que le daba líquidos a ciertas mujeres para posteriormente llevarlas a su carpa, donde habría abusado sexualmente de ellas.
Castillo tuvo conductas violentas y finalmente salió de aquella secta, aunque
las malas prácticas en Arcoíris continuaron por varios años.
Guagua tenía solamente 40 días
Si bien la investigación ha sido muy hermética, se estima que el bebé, que fue bautizado como "Leufú",
murió a los 40 días de vida y fue inhumada en agosto del 2022, siendo encontrada seis meses después.
"Estaba desnuda la guagua. Enterrada. Tapada con hojas de coca, hojas de laurel y frutas secas. Y una gran piedra que era como una laja grande que pesaba unos 40 o 45 kilos ¿Quién sepulta así?", reveló el ex integrante.
De ahí en más, esta persona no aguantó haber presenciado eso y
comenzó a inquietarse con lo que estaba viviendo, en lo que inicialmente era una especie de retiro.
Una sola pregunta
llevó a que este hombre fuera expulsado y amenazado, aunque se encargó de dar a conocer información relevante a los investigadores, confirmando que el cuerpo del pequeño seguía enterrado.
Antes de que se diera a conocer este impactante suceso, los que vivían en las comunidades
solían frecuentar la plaza de San José de Maipo buscando comida.
De hecho, algunas personas aseguraron que el padre de la guagua
lideró una represalia contra quien diera a conocer el caso en redes sociales, lo mismo contra un vecino al que le habría quemado un microbus.
Por ahora, la causa
se sigue indagando y no hay ningún detenido, aunque la PDI continúa recabando antecedentes para dar con el paradero de los autores de este bruta crimen.