Desde Carabineros aseguran que la obra corrió por cuenta de la cabecilla del grupo. "Ella llegó y cerró no más, no le preguntó a nadie. Instaló los portones de la noche a la mañana en los dos pasajes, los dos quedaron cerrados", relató una vecina.
Una banda instaló sus propios portones para apoderarse de los pasajes de una zona determinada en Pudahuel. La cabecilla de todo esto, según el OS-7, es una mujer de 47 años conocida como Maritza. Una vecina contó que "ella llegó y cerró no más, no le preguntó a nadie. Instaló los portones de la noche a la mañana en los dos pasajes, los dos quedaron cerrados". Desde Carabineros, en tanto, aseguraron que "de hecho hay imágenes operativas que acreditan cómo ella, luego ya de tener un poder adquisitivo bastante elevado y de ser conocida entre los vecinos, toma la decisión final de cerrar los accesos al pasaje. Contrata personas, les paga, elevan dos puntos de acceso al lugar, dos portones y ella los está fiscalizando constantemente". Según una denunciante, a los residentes ni siquiera les pasaron una llave y la única seguridad que tienen es que se vende marihuana y cocaína a diario. Sobre cuál fue el procedimiento utilizado por las policías para detener a los delincuentes, el fiscal Rodrigo Garrido contó que "ellos utilizaron diferentes técnicas que la Ley 20.000 faculta a la Fiscalía y a las policías, como por ejemplo la de agente revelador. Esto es que un funcionario de Carabineros debidamente caracterizado y simulando ser un comprador de drogas concurre hasta los domicilios investigados".