"Muy angustiada.", así definía T
eresa Campos los momentos previos al reencuentro con su hijo David en el aeropuerto de Santiago, quien nunca imaginó que llegaría el día por el que tantas veces se desveló.
Y es que después de 38 años,
esta mujer por fin pudo abrazar al niño que le fue arrebatado, siendo un caso más de las 20 mil separaciones provocadas por las adopciones irregulares en Chile.
Este hombre
no llegó solo, sino que está acompañado por Mary, su madre adoptiva que lo crio durante todos estos años en
Estados Unidos y que, como todos, se emocionó está las lágrimas.
Adopción ilegal
David Avary vive en Texas y es bombero, al igual que Tyler, encargado de unir a esta familia a través de su fundación Connecting Roots,
la cual creó tras vivir una situación similar y que fue dada a conocer por
CHV Noticias en 2021.
La separación ocurrió en 1985. Teresa era madre soltera de tres niños, entre los que estaba su hijo menor, de solamente 10 meses. Según recuerda Teresa, el más pequeño fue hospitalizado en el centro pediátrico CONIN, donde lo visitaba a diario.
Un día, cuando estaba en su casa cuidando a sus otros hijos,
apareció en su puerta una asistente social. El nombre no lo recuerda, sólo le quedó grabado en su memoria lo insistente que esta persona fue con el tema de la falta de alimentación de sus hijos. Lo curioso es que en el Hospital estaban enterados de esta visita.
"Pasaron los días y la persona que estaba a cargo me dice si puedo comprobar que tal asistente fue a la casa y que no tenía alimentos para mis hijos. Le dije que sí.
Ahí me hicieron firmar un papel para comprobar que la asistente sí fue", relató Teresa.
Y lo hizo sin leerlo. Teresa jamás desconfió ni menos sospechó que
esa firma podía cambiar el destino de su vida y el de su hijo. Con esos registros, había aceptado darlo en adopción.
Ahí apareció Mary, quien llegó a fines de 1985 a Santiago para que una
agencia supuestamente legal que contactó, le entregara a David. Todo estaba certificado por la jueza de menores María Aguiló Pujol, fallecida en 2012 y que ha sido vinculada a diversas adopciones ilegales.
Según investigaciones judiciales, la magistrada
formaba parte de la red del centro de adopción sueca, agencia que sacó a más de
dos mil niños de Chile entre 1973 y 1990, justo en el periodo de la dictadura cívico-militar.
"Nos estamos conociendo"
"Era muy chiquito, pero guapo.
El bebé más bonito que había visto en la vida", así describió Mary al pequeño que ya es todo un hombre y que se enteró recién en 2021 que todo había sido irregular.
En tanto, el protagonista de la historia señaló que
"cuando me enteré que mi adopción había sido falsificada pensé que todos estos años de mi vida habían sido una mentira. Tenía curiosidad de aprender de mi historia. Todavía nos estamos conociendo".
Mientras todos se ponían al día, Tyler, voluntario de bomberos, viajó a
La Araucanía y se sumó al trabajo de sus compañeros para apagar incendios.
"Aquí está mi familia y los bomberos son mis hermanos", dijo con profundo orgullo.
A los pocos días, miembros de Conecting Roots, incluidos Mary y David, acudieron al Ministerio de Justicia a reunirse con la subsecretaría de Derechos Humanos. ¿El fin?
Que reconozcan la ONG en Chile.
Por ahora, serán estas fundaciones extranjeras y chilenas las que se
seguirán a cargo de los reencuentros entre los miles de niños que fueron arrebatados a sus madres en Chile. Tal como esta vez vimos que sucedió con David y Teresa, quien por fin logró sanar las heridas.