Todo se remonta a 1983 en Temuco, cuando a Hilda Quezada le dijeron que su recién nacido había muerto. "Fueron 38 años que el Estado me robó la posibilidad de haber tenido a mi hijo conmigo", asegura la mujer, quien pudo conocer a Tyler con ayuda de la Fundación Hijos y Madres del Silencio.
La Fundación Hijos y Madres del Silencio, ha logrado concretar 257 reencuentros entre familias y niños/as que fueron arrebatados ilegalmente en los diferentes casos de adopciones irregulares que ocurrieron por años en Chile. Fue así como la búsqueda de Tyler Graf, un bombero de Houston, Estados Unidos, tuvo un comienzo inesperado y un final feliz. Todo se inició cuando Juan Luis Insunza, bombero, se hizo amigo de Tyler, quien le confesó que quería encontrar a su familia tras enterarse que era chileno. Fue así que Insunza lo ayudó a contactar a la fundación, desde donde lograron identificar a la madre biológica Hilda Quezada, a quien en 1983 le dijeron que su hijo nacido en Temuco, Sergio Andrés Cuevas Quezada, había muerto. Sin embargo, su certificado de nacimiento demostró que Tyler fue sacado de Chile con la firma de la jueza Tatiana Román, quien declinó referirse al caso pese a que es tercera vez desde 2018 que CHV Noticias ha intentado comunicarse con ella por su implicancia en el tráfico de niños. Fue entonces que la fundación se contactó con la hija de Hilda, Claudia Antinado, quien tuvo un rol principal para descubrir finalmente que Tyler sí era su hermano. Finalmente, el 15 de septiembre, iniciaron un viaje que se concretó con un sorpresivo reencuentro entre esta madre y su hijo en Estados Unidos. "Fueron 38 años que el Estado me robó la posibilidad de haber tenido a mi hijo conmigo", sentenció Hilda.