Noches frías y tardes más que tibias han marcado el presente otoño, de hecho, este martes la máxima alcanzó 31,4° en la capital concretando la primera ola de calor de 2021. ¿Son peligrosas estas variaciones bruscas en el ambiente? ¿Qué podemos hacer?
Pleno abril, pleno otoño y Santiago concretó recién la primera ola de calor del año. Esto porque durante tres días consecutivos se superó el umbral (28°) de calificación en la capital, en este caso con 29,3° el domingo; 30,2° el lunes y los 31,4° de este martes. Una primera ola de calor algo engañosa, ya que durante las noches bajan bastante las temperaturas.
El otoño marca la transición entre el verano y el invierno, por lo que son frecuentes las oscilaciones, no sólo en las condiciones del tiempo atmosférico, sino que también en las temperaturas durante un mismo día.
Estos cambios bruscos y repentinos en las condiciones ambientales son un factor importante pensando en nuestro bienestar, especialmente, en la salud. De hecho, es en estos meses en que, por ejemplo, aparecen los tan temidos virus respiratorios como influenza, parainfluenza, sincicial y, ahora, también el Sars-Cov-2.
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El especialista afirma que “los grandes cambios de temperatura tienen impacto al dañar la mucosa respiratoria alta (nariz, oídos, faringe, laringe), esto favorece el que ingresen por ahí algunas partículas virales”.
“Por lo tanto, es importante hacer el llamado al abrigo adecuado de acuerdo con las circunstancias, especialmente, a los jóvenes que son quienes menos se preocupan de ese aspecto muchas veces”, advierte el infectólogo, quien enumera una serie de recomendaciones ante la llegada de la media estación.
En 2020 se registró el 0,5% de los casos relacionados con virus influenza y sincicial en los servicios pediátricos del país en comparación con respecto a las cifras habituales en los otoño-invierno previos a la actual pandemia.
“Yo creo que las medidas preventivas que nos ha obligado a tomar el Sars-Cov-2 nos ayudarán a bajar los contagios de otros virus respiratorios. Además, debemos cumplir con la campaña de vacunación contra la influenza, porque no sabemos cómo se comportan estas dos condiciones en conjunto, no hemos vivido ese escenario. No podemos tener dos agentes virales simultáneos causando enfermedades en la población en general”, sostiene Luis Delpiano.
Lee también: Análisis desde Visviri hasta la Antártica: Gobierno anuncia creación del Observatorio de Cambio Climático¿Influye en nuestras defensas que el año pasado estuviésemos encerrados?
“Depende de la edad y del tipo de agente viral. Por ejemplo, si las personas y, especialmente los niños, este año se vacunan contra la influenza no debiéramos tener un problema mayor porque tendrían las defensas. Ahora, el paciente más complejo por el virus sincicial no es el escolar, sino que el preescolar. Los menores de 2 años, en 2020 no estuvieron expuestos al sincicial, por lo tanto, en ese es el grupo que debemos proteger, porque en promedio durante cada invierno la mitad de los menores en ese rango de edad se enferma por el sincicial”, agregó.
El especialista insiste en que debemos protegernos de los grandes cambios de temperatura este otoño e invierno, más ahora con este nuevo escenario viral, pero subraya que “la ventilación es un concepto que intentamos que la gente aplique durante años de años. Necesitamos que ese ‘cambio de aire’ baje la carga viral al interior de los hogares. Es una medida importante, aunque haga frío, se debe ventilar”.