El jefe de Estado acudió a redes sociales para expresar su opinión respecto del dictador, acusando que en su "gobierno mató, torturó, exilió e hizo desaparecer a quienes pensaban distinto".
Si bien fue el pasado domingo cuando el consejero constitucional republicano
Luis Silva, en un ciclo de conversaciones organizado por ICARE,
manifestó su "admiración" por el dictador Augusto Pinochet, este miércoles sus palabras tuvieron mayor alcance.
En ese contexto, el
presidente Gabriel Boric acudió a redes sociales para
dar a conocer su opinión respecto de esta figura.
"Augusto Pinochet fue un dictador, esencialmente anti demócrata, cuyo
gobierno mató, torturó, exilió e hizo desaparecer a quienes pensaban distinto", comenzó diciendo.
"Fue también corrupto y ladrón.
Cobarde hasta el final hizo todo lo que estuvo a su alcance por evadir la justicia", continuó.
"Estadista jamás", sentenció en este mensaje que hace alusión a lo señalado por Silva en la instancia mencionada.
Declaraciones de Silva
Tal como se mencionó, el consejero republicano, en una entrevista moderada por el periodista y escritor Cristián Warnken, fue
consultado respecto de su "relación" con el dictador.
En respuesta, el académico que obtuvo la primera mayoría nacional con cerca de 700 mil votos en las elecciones del Consejo Constitucional, aseveró que
Pinochet fue un "gran estadista" y que "definitivamente (fue) un hombre que supo conducir el Estado".
En esa línea, continuó su argumento afirmando que Pinochet "supo rearmar un Estado que estaba hecho trizas", pero que su legado se vio empañado debido a que
"ocurrieron cosas que él no podía no conocer y que habría, por lo tanto, justificado y son atroces".
"
Tengo una admiración por él como hombre de Estado, (pero) no me declaro pinochetista, porque es una figura histórica y por lo tanto no me voy a casar con una figura histórica", concluyó.
Cabe mencionar que tanto las declaraciones de Silva como del presidente Boric, ocurren la misma semana en que una
encuesta reveló que una importante cantidad de personas aseguraron que hubo suficientes razones para que se originara el Golpe de Estado del 11 de septiembre en 1973.
Así lo reflejó la publicación Barómetro de la Política CERC MORI 1987-2023, donde el
36% de los consultados señaló que los militares “tenían razón” al llevar a cabo el mencionado Golpe de Estado, mientras que un 41% cree lo contrario.
Según consignó MORI, la
justificación de este suceso creció 20 puntos porcentuales en 20 años.