Una firma canadiense representa a los padres de dos menores, de 10 y 15 años, quienes no pueden parar de jugarlo. Los abogados acusan que Epic Games hizo un esfuerzo por hacer el juego adictivo y que ha sido dirigido a propósito a los jóvenes. Ahora piden que Fortnite, al igual que el tabaco, tenga que informar los efectos que podría provocar.
Llegando a 78.3 millones de usuarios activos mensuales en agosto, la popularidad de Fortnite no cede y su éxito sigue avanzando... al igual que la molestia de los padres que ven cómo sus hijos pasan horas pegadas al computador.
Así es como en Canadá, los padres de dos menores -de 10 y 15 años- decidieron pasar a la acción y demandar a Epic Games, responsables del videojuego.
La acción judicial compara los efectos del juego con los que produce la cocaína, afirmando que al liberar tal cantidad de dopamina que termina haciendo a los cerebros de los jóvenes dependientes del juego.
Lee también: Pediatra adolescentóloga: “La adicción a videojuegos afecta al desarrollo biopsicosocial de niños y adolescentes” En declaración a CBC, la abogada de Calex Légal, Esposito Chartrand, explicó que lo que están buscando es que Fortnite venga con una advertencia sobre sus efectos.Ello basados en un fallo de la Corte Suprema de Quebec del 2015, que determinó que las compañías de tabaco no advertían claramente sobre los riesgos del cigarrillo.
"Está muy centrada en el deber de informar", planteó Chartrand sobre la acción.
Lee también: Organización Mundial de la Salud incluyó la adicción a los videojuegos como una enfermedadPero la abogada va más allá y sostiene que Epic Games hizo el juego así a sabiendas de que era muy adictivo para los jóvenes.
"Epic Games, cuando creó Fortnite, por años y años, contrataron psicólogos. Ellos realmente indagaron en el cerebro humano e hicieron un esfuerzo para hacerlo tan adictivo como fuera posible (...) Ellos, sabiendo, pusieron en el mercado un juego muy muy adictivo, que también está dirigido a la juventud", aseguró.
Además, dice que los padres le dijeron, al plantear el caso, que "si hubiéramos sabido que era tan adictivo que arruinaría la vida de nuestros hijos, no los habríamos dejado nunca empezar a jugar Fortnite o los habríamos monitoreado mucho más de cerca".
La acción, sólida según los abogados, está dirigida contra Epic Games Inc., en Estados Unidos, así como también contra su subsidiaria canadiense. Todavía no se conoce el monto exigido en la demanda.