Antonio Walker reconoció que el fenómeno climático provocará desempleo en las regiones afectadas, pero no impactará de forma global a la agricultura nacional.
La tormenta de granizos registrada en la zona central hace pocos días provocó severos daños a las producciones agrícolas, sobre todo en las regiones de O’Higgins y Maule.
Las bolas de nieve, del tamaño de una pelota de golf, golpearon las frutas y hortalizas, generando millonarias pérdidas a los agricultores.
Según explicó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, la floración de los árboles recién ocurrió hace unos 15 días. Posterior a ese proceso, la flor fecunda y se convierte en fruto, que todavía está muy delicado para resistir impactos de la magnitud de los granizos.
El daño cosmético que sufrieron las frutas impide que puedan salir al mercado internacional. Esto, según explicó el secretario de Estado, afecta a la industria frutícola, que está principalmente enfocada en la exportación.
En relación al desempleo, Walker reconoció que sí podría haber un impacto en las zonas afectadas. “La agricultura chilena va a crecer al 5%, va a generar 750 mil empleos y va a exportar 16 mil millones de dólares. Eso no se va a perder. Este fenómeno climático ocurrió en zonas muy específicas, donde sí se pierde todo”, afirmó.
“Sí va a afectar el empleo y la economía regional, por ejemplo, en O’Higgins y Maule. Pero en la agricultura a nivel nacional, en lo macro, no se están poniendo en duda los indicadores económicos”, agregó, aunque aseguró que desde el ministerio darán ayuda a los pequeños y medianos agricultores.
Sobre una posible alza en el precio de las frutas, el ministro afirmó que no debiera ocurrir. “Hay mucha fruta que se iba a exportar y va a quedar en el mercado interno. Y hay otra que se va a ir a la industria”, señaló.