La organización Ciudadanos y Clima junto a la Universidad de Magallanes lograron comprometer a la comunidad, y especialmente, a los jóvenes de Punta Arenas y Porvenir en la tarea de concientizar sobre el riesgo que enfrenta la humanidad ante los efectos del calentamiento global.
Cuando las noticias malas abundan, los buenas sobresalen aún con más bríos. Desde el sur del sur llega la esperanza de un futuro para la humanidad, esto luego del compromiso medioambiental adquirido por la comunidad y, especialmente, por la juventud de Magallanes. Gestos concretados el pasado fin de semana durante las realizaciones del Primer Encuentro Ambiental y el Primer Coloquio sobre Cambio Climático organizados por Ciudadanos y Clima, y la Universidad de Magallanes tanto en Punta Arenas como en Porvenir.
“Debemos mitigar los efectos del calentamiento global y adaptarnos a los cambios que está produciendo en el mundo. Por eso es un tema que debemos mantener sobre la mesa todos los días”, afirmó Humberto Oyarzo, vicerrector académico de la Universidad de Magallanes.
La particularidad de estos encuentros es que reunió a ciudadanos de diversos ámbitos, quienes, desde una mirada distinta a los enfoques a los que estamos habituados en este tipo de reuniones, pero siempre con la ciencia y el conocimiento como bases, expusieron respecto a la urgencia medioambiental que padece la humanidad logrando involucrar directamente a la comunidad, especialmente, a los estudiantes que fueron parte de las actividades.
Además, compartieron la experiencia de líderes sociales de diversos lugares del país que enfrentan problemas en sus comunidades como la falta de agua, la contaminación de las salmoneras, los conflictos con la minería y las zonas de sacrificio.
“Lo que se logró aquí es maravilloso, porque logramos comprometer, especialmente a los jóvenes, en la misión de difundir lo que está pasando en nuestro planeta. Pero no sólo desde el diagnóstico, que cada día más gente lo tiene claro, sino que desde la perspectiva de la acción que ejercerán las personas que estuvieron con nosotros en sus comunidades para cambiar los paradigmas que nos están llevando al desastre”, explicó Alejandro Núñez, fundador de la organización Ciudadanos y Clima.
En las actividades participaron profesionales de los más diversos ámbitos de la ciencia, las comunicaciones y el conocimiento de todo el país. “No se trató de un encuentro más en dónde observas a un expositor y tratas de quedarte con la información que él comparte y te vas. Aquí compartimos con las personas, los hicimos parte y los involucramos en la misión de dar a conocer en su entorno lo que está pasando”, complementó el también director del Centro Universitario Umag en Porvenir.
Uno de los hechos más llamativos de estas actividades, que se extendieron por cinco días en Magallanes, se vivió en el Liceo Polivalente Hernando de Magallanes en Porvenir, Tierra del Fuego, cuando un grupo de alumnos, con lágrimas en los ojos “pidió perdón por lo que está padeciendo el planeta. Fue un momento de catarsis único”, confiesa Alejandro Núñez.
Luego agrega, “pero les hicimos ver que lo suyo no era la culpabilidad, sino que la esperanza. Fue entonces en que ellos se comprometieron a cambiar las cosas, a iniciar un proceso de transformación desde el sur del sur, desde Tierra del Fuego para que se irradie hacia el resto de Chile y del mundo. Fue entonces en que sentimos que por fin la esperanza llegó”.