El ex fiscal nacional dejó sus funciones este sábado debido a que cumplió 75 años, edad límite para ocupar el cargo. En entrevista con La Tercera, Abbott habló sobre los alborotados años en los que cruzó su periodo como el líder de la institución.
Habiendo pasado por los segundos gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, y por parte del gobierno del Presidente Gabriel Boric, Abbott tuvo que hacer frente a graves casos de corrupción y causas de delitos contra los derechos humanos, como los casos Huracán y Catrillanca o el propio estallido social, que lo tuvo en el ojo del huracán y le valió diversos cuestionamientos e incluso demandas civiles y penales.
Se le acusó, por ejemplo, de haber pactado la reducción de las penas en casos de financiamiento ilegal de la política, como en el caso SQM. Sobre los delitos económicos, Abbott dijo que "si no pudimos avanzar más fue por la falta de acción del Servicio de Impuestos Internos de la que reclamamos en forma permanente, llegando incluso al Tribunal Constitucional. Esa es la verdad". Y agregó que "respecto de las clases de ética para los imputados Délano y Lavín, jamás fueron una petición del Ministerio Público, sino una condición impuesta unilateralmente por el juez de garantía para acceder al beneficio de la pena sustitutiva a la que accedieron ambos imputados".
En ese sentido, Abbott arguyó que, a pesar de que existe la figura del fiscal nacional, los persecutores tienen independencia para perseguir los delitos que les son asignados, por tanto considera infundadas las acusaciones que lo vinculan con haber decidido intervenir en casos como estos. "Lo que tengo claro es que no existe ningún fiscal que pueda aseverar que yo intenté intervenir en alguna decisión procesal que ellos deben tomar con total objetividad y autonomía", aseguró.
Por último, el abogado, quien tuvo que salir de su cargo un año antes de lo que duran las autoridades en él debido a que cumplió 75 años este sábado (edad con la que un fiscal nacional tiene que dejar ese puesto), defendió su gestión y destacó los avances en materia de derechos humanos y perspectiva de género que sucedieron durante su mandato.
En sentido contrario, criticó las falsas acusaciones en su contra y lamentó "no haber podido revertir la construcción de una infundada mala imagen de mi persona". "Hay quienes fueron premiados y aplaudidos, apuntándome sin ninguna prueba. Sólo elucubraciones. Eso no puede seguir ocurriendo". "Cuando me atacan en esa área, la probidad, a mí me afecta en lo personal, porque es el único valor que a mí me importa", cerró.