La muerte de Mía, de solo 2 meses, en el Hospital de San Antonio debido a falta de camas, causó conmoción a nivel nacional. Un hecho que, según advirtió su tía, llevará a que presenten todas las acciones legales correspondientes, acusando errores administrativos del recinto médico.
Mía, una guagua de tan solo dos meses de edad, murió el pasado martes en el Hospital de San Antonio. Un hecho que desató conmoción en la comunidad y a nivel nacional, considerando que lo anterior se vincula además al
colapso de las unidades de pediatría ante el aumento de atenciones por virus respiratorios.
Así lo dio a conocer el propio recinto de salud, desde donde explicaron que "la red de salud
se encontraba saturada sin camas disponible en Valparaíso, Santiago y Rancagua, según nos informó la Unidad de Gestión de Camas centralizada del Ministerio de Salud".
En tanto, el Servicio de Salud de Valparaíso-San Antonio (SSVSA) precisó que "al no disponer de una cama para la solución inmediata,
se activó la Unidad de Gestión de Camas para derivar hacia el Hospital Regional de Arica".
Sin embargo, la familia acusó una
demora en el traslado de la lactante pese a que la autorización del procedimiento ya estaba lista.
"Estaba lista para el traslado"
De acuerdo con el relato de la
tía de Mía, "desde el día domingo, cuando lograron estabilizarla, fue más normal y estuvo estable siete horas.
Pero ayer (lunes) como a las 4 de la tarde, nos avisan que ya estaba lista para el traslado".
"Empezado ese tiempo, ella estuvo siempre estable y a los chicos (sus padres) les decían 'ahora nos vamos a ir, van a ser trasladados, va a haber un avión, un helicóptero', pero nada claro.
Nunca la trasladaban", continuó.
Pero "a las 12 de la noche, la ambulancia que iba a trasladar a Mía desde San Antonio a Santiago, recién le dieron la autorización (...)
En el transcurso de la noche se habló de que a las 8 de la mañana (del martes) iba a llegar la ambulancia, pero llegó a las 10:30 horas".
"Hay errores administrativos"
Al respecto, la tía de la víctima acusó que
"como familia creemos que hay errores administrativos", sin descartar una eventual negligencia, afirmando que "la atención tampoco fue muy óptima".
En cuando al resultado de la autopsia, precisó que el
diagnóstico final fue que Mía tuvo un paro cardiorrespiratorio.
Frente a este hecho, la mujer sostuvo que
"vamos a hacer todas las acciones legales que podamos", explicando también que los padres de la lactante son jóvenes, de entre 20 y 21 años.
"Ellos estaban muy asustados porque igual
sintieron la presión de la dirección del hospital en cuanto a que no se podían referir al tema", dijo. Es más, tras confirmarse la muerte de la pequeña, "los citaron a una reunión privada donde les dijeron que harían un sumario y ver cuál fue el procedimiento".
Finalmente, la familiar afectada destacó que "lo único que podemos decir es que
fue pura ineficiencia. Recalcamos que ayer
ya estaba la autorización para el traslado, ya estaba el procedimiento. Nosotros podemos entender que Mía resistiera o no resistiera, pero eso
tampoco nunca se nos dijo a nosotros como familia".
Al cierre de sus declaraciones, hizo un llamado a la ministra de Salud, Ximena Aguilar, y al presidente Gabriel Boric para tomar cartas en el asunto, acusando que como familia
"no teníamos recursos para llevarla a una clínica" y que un traslado a un recinto privado nunca les fue ofrecido.