Se trata de dos enfermedades del sistema nervioso central, cuya alza se explicaría por el envejecimiento de la población.
Pese a que en Chile las principales causas de muerte se han mantenido estables, el avance de enfermedades del sistema nervioso central han presentado un avance que impactó en el registro de fallecimientos.
Hasta el 2013, las enfermedades del sistema circulatorio como aaccidentes cerebrovasculares y ataques y paros cardiacos lideraron las muertes causando 27.660 fallecimientos, según consignó Qué Pasa.
A este grupo de enfermadades le seguían los tumores malignos y enfermedades del sistema respiratorio.
Sin embargo, desde el 2015 las enfermedades del sistema nervioso central, como el párkinson y el alzhéimer, aparecieron por primera vez entre las 10 princiaples causas de muerte, ubicándose ese año en el 6to lugar.
Con tendencia al alza, de acuerdo al último registro del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, del 2022, ya están entre las cinco principales.
Una de las causas de este cambio sería el envejecimiento de la población. Y debido a que se trata de enfermdades sin cura y que se puede manifestar por hartos años, quienes son diagnosticados requieren de un amplio apoyo de sus familias.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente el movimiento. Los síntomas varían de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas progresan gradualmente y pueden variar en severidad, pero los más comunes incluyen:
Estos síntomas son los más comunes en las primeras etapas y suelen empeorar progresivamente, afectando cada vez más la vida cotidiana de la persona.
Dieta: Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado, nueces y aceite de oliva, como la dieta mediterránea.
Ejercicio: Realizar actividad física regular, como caminar, nadar o hacer ejercicios aeróbicos, que ayudan a mantener la salud cerebral y cardiovascular.
Participar en actividades que desafíen el cerebro, como leer, aprender algo nuevo, resolver puzzles, o socializar regularmente, para fortalecer las conexiones neuronales.
Mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre bajo control mediante hábitos saludables, revisiones médicas regulares y, si es necesario, medicación.
Estas acciones tienen un impacto positivo significativo en la salud cerebral y pueden contribuir a reducir el riesgo de desarrollar estas enfermedades neurodegenerativas.