La iniciativa fue impulsada por Desafío Levantemos Chile y, en conversación con CHV Noticias, Rodrigo Ferrari, en representación de la organización, señaló que "es más importante que nunca seguir mandando el mismo mensaje, que en las emergencias nos tenemos que unir para levantar Chile".
Este jueves se cumplen 10 años desde que el 27 de febrero de 2010 se desarrolló el terremoto de magnitud 8.8 grados, que afectó a las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Maule, Bío Bío y La Araucanía, cuyo epicentro fue en el mar, a 150 kms. de Concepción.
Para conmemorar este suceso, el Desafío Levantemos Chile desplegó durante esta mañana una versión gigante de la bandera chilena de 40 metro en un edificio de más de 20 pisos en plena Alameda, en el centro de Santiago.
Sin embargo, el estandarte tendrá una particularidad: se trata de una réplica de aquella que Bruno Sandoval, un residente de Iloca, extendió en medio de los destrozos de la catóstrofe y que quedó plasmada en una foto que se convirtió en ícono de la emergencia.
Se trata de una de las actividades que se realizarán esta jornada para conmemorar el hecho, mientras que el presidente Sebastián Piñera realizará un viaje al sur del país para participar de las que se llevarán a cabo en la zona más afectada por el desastre.
Lee también: A una década del 27/F: Las historias que remecieron a Chile tras el terremoto y el tsunamiEn conversación con CHV Noticias, Rodrigo Ferrari, director comercial y de marketing del Desafío Levantemos Chile, señaló con respecto a la conmemoración que "es más importante que nunca seguir mandando el mismo mensaje, que en las emergencias nos tenemos que unir para levantar Chile".
La ONG fue creada por el abogado y empresario Felipe Cubillos precisamente a raíz de las labores desarrolladas en Iloca y Ferrari explicó que "esto nació por una necesidad de ayudar. Privados fueron a ayudar a quienes más lo necesitaban y se dieron cuenta en ese momento que el Estado no podía resolver todos los problemas, se pusieron de acuerdo y les preguntaron cuáles eran las necesidades más importantes".
"(Sus habitantes) les dijeron que la primera era volver a trabajar y los niños al colegio. Ahí Felipe Cubillos, que fue el líder de este movimiento, logró volver los pescadores al mar en un par de días con la ayuda de ellos mismos, que reconstruyeron sus botes. Felipe se consiguió un motor y también volver a los niños al colegio en menos de 21 días", relató.
"Se demostró que a través de una gestión eficiente sí se pueden hacer cambios en la sociedad y en base a esa emergencia natural también se vio una emergencia social del día a día. Eso sucedió hace diez años y en eso hemos seguido trabajando hasta hoy", agregó.
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