Luego de permanecer alejada de las redes sociales, la cantante reapareció esta semana para dar luces de su estado de salud tras acceder a un tratamiento para enfrentar su adicción al alcohol.
Tras permanecer
alejada de las redes sociales durante algunos meses,
Katherine Orellana reapareció esta semana para contar cómo ha sido
su lucha contra su adicción al alcohol.
"Antes de entrar al tratamiento, tomaba todos los días.
Tomaba vino porque no me alcanzaba para más, yo creo que
entre 4 y 6 litros. Ni siquiera sabes lo que estás bebiendo,
solo quería beber y dormir", confesó.
La cantante además
detalló no consumir drogas, pues aclaró que
su problema solo está vinculado a la bebida. "Cuando estás tan alcoholizada
la droga pasa a segundo plano. Mi droga madre es el alcohol, soy alcohólica,
voy a ser alcohólica toda mi vida", declaró en el programa
Sígueme y te sigo.
En esa misma línea,
Orellana aseguró que no tiene policonsumo, "como se dice cuando le haces a una y otra cosa". También
agradeció el apoyo de su hijo y su pareja, a quienes calificó como su
principal bastión en los momentos de oscuridad.
Con relación al momento en que decidió buscar ayuda, la ex Rojo señaló que "ya
estaba hecha pebre, me sentía muy sola porque me venía mandando condoro tras condoro". "La gente me retaba, me decía por qué subes tanta tontera.
Estaba perdida, no sabía a dónde ir", dijo.
Por tal motivo,
aseguró que "gritaba por ayuda, pero no la quería", hasta que finalmente accedió. "Mi pareja ha sido parte fundamental del proceso, igual que mi hijo, que no lo veo pero es mi motor de lucha", declarando también que "creo que
nunca voy a estar capacitada para controlarlo,
en tratamiento se dice medir controles", en relación a su alcoholismo.
Estará un año en rehabilitación
En otra entrevista que concedió este jueves a
Naty Chilet, Katherine Orellana indicó que
estará cerca de un año en un centro especializado en su problema de adicción.
Según contó en el espacio, el lugar se llama Creeré Chile y
realiza terapias cognitivo-conductuales. "Yo llegué ebria al centro y
me dejaron descansar, dormir, comer, me apapacharon, nadie me juzgó, nadie me criticó", señaló la artista.
“A mí me enamoró porque es un tratamiento cognitivo conductual.
Te informan de tu enfermedad, te van
conteniendo en el mismo dolor emocional y el conductual es el cambio de la conducta”, concluyó en la conversación.