El tribunal declaró como "creíble" que el joven de 26 años podría enfrentar discriminación, acoso y hostilidad si es que regresa a Chile. Sin embargo, la opción de que él sufriera cualquier instancia de daño físico grave debido a su homosexualidad fue considerada "baja", lo que no alcanzaría para clasificarlo como refugiado.
Según han reportado medios internacionales, Nueva Zelanda negó el estatus de refugiado a un ciudadano chileno, luego de haber sufrido violencia y abusos homofóbicos en Chile.
El joven de 26 años identificado como A.L. habría apelado al Tribunal de Inmigración y Protección, luego que desde Inmigración de Nueva Zelanda indicaran que la persona afectada no era un refugiado ni una persona protegida.
Conforme a lo que señala el medio neozelandés Stuff, mediante su abogado, A.L. señaló que tenía miedo de sufrir daños físicos y psicológicos graves en su país por su orientación sexual, no obstante, el tribunal confirmó más tarde la decisión de Inmigraciones del país oceánico.
En ese sentido, es que un fallo publicado en enero de de 2022 reveló que A.L. vive en Nueva Zelanda desde diciembre de 2017 con una visa de visitante.
"Había sufrido acoso homofóbico desde que era un adolescente: lo arrojaron a un contenedor de basura en una escuela secundaria y luego le arrojaron una piedra grande. También fue expulsado de los Scouts por ser gay", señala el documento.
En el mismo sentido, se indica que en 2016 una de sus amigas fue asesinada por ser lesbiana. El hecho fue perpetrado mientras ambos volvían a sus casas luego de una noche de fiesta. "La policía dijo que su cuerpo había sido encontrado en la ladera de un cerro y había señales de que había sido torturada y violada", indican.
"Los medios informaron que fue un crimen de odio y la apelante cree que esto es correcto ya que [ella] vestía de manera masculina lo que hizo que los extraños la identificaran fácilmente como lesbiana", añaden.
Posteriormente el fallo precisa que A.L. ha sido víctima de abusos homofóbicos en múltiples ocasiones, y que Chile, ha sido un país "históricamente conservador", pero que en el último tiempo ha existido "avances considerables" en la materia.
Asimismo, argumentan que recientemente se aprobó una ley de matrimonio igualitario y una ley de identidad de género, pero que aún así, las personas pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+ siguen sufriendo violencia y discriminación.
Con respecto al caso en particular de A.L., el tribunal declaró como "aceptable y creíble" que podría enfrentar discriminación, acoso y hostilidad si es que regresa a Chile. Sin embargo, la opción de que él sufriera cualquier instancia de daño físico grave debido a su homosexualidad fue considerada baja, lo que no alcanza para clasificarlo como refugiado, según explicaron.
"Debe recordarse que la Convención de Refugiados no garantiza proteger a todas las personas de todo daño, de todo tipo, todo el tiempo", estableció la decisión.
"Además, es evidente que las actitudes sociales en Chile están cambiando, particularmente entre los jóvenes y se puede esperar que tales abusos disminuyan", sentencian.