Erika Fernandes y Robert Bete se convirtieron en padres hace poco tiempo, sin embargo, cuando él cumplió los cinco meses de gestación, ella comenzó el tratamiento para la inducción de leche.
Desde que se conoció su historia, Robert Bete y Erika Fernandes han adquirido mayor importancia en la escena mundial.
Él fue el rostro de la campaña de Calvin Klein para el Día de la Madre. ¿Por qué? Se preguntarán. La respuesta es simple: En ese entonces, era un hombre trans embarazado.
En la foto de la marca de ropa interior, el empresario brasileño aparece junto a su esposa, la tatuadora Erika Fernandes, quien también es una persona trans.
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¿Cómo se logró el embarazo? Robert conserva su aparato reproductor femenino, por lo que pudo quedar embarazado y gestar a su hijo Noah, quien nació a finales de mayo.
De esa forma, la pareja se convirtió en padre y madre de un pequeño al cual Fernandes quería a toda costa amamantar. Por eso, comenzó a informarse al respecto y encontró un médico que hacía inducción de la lactancia.
En conversación con medios brasileños comentó que cuando Roberto tenía cinco meses de embarazo inició el tratamiento y a los 20 días ya podía producir leche.
Según explicó, cualquier persona que tenga glándulas mamarias puede hacerse el tratamiento y, por lo tanto, producir leche: "Como llevaba tiempo usando estrógenos y progesterona, ya estaba mostrando el desarrollo del tejido mamario, con desarrollo de células en la zona".
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