Felipe Herrera, de 39 años, había sido sentenciado a 250 días de prisión por el delito de lesiones menos graves en el contexto de violencia intrafamiliar en Chile.
Felipe Herrera Larenas, ingeniero comercial de 39 años y de nacionalidad chilena, fue detenido por el asesinato de su pareja en Córdoba, Argentina.
La víctima identificada como Christelle Verónica Heredia, de 34 años, fue apuñalada tras una presunta discusión al interior de su domicilio.
Un caso que remece no sólo por la violencia del crimen, sino que además porque este sujeto contaba con una condena por haber agredido a dos ex parejas en nuestro país.
Pero por motivos no esclarecidos, consiguió escapar hacia Argentina y cometer este homicidio.
El suceso se remonta al pasado domingo. Según medios trasandinos, la policía recibió el llamado de alerta de vecinos que escucharon gritos y peleas en un edificio del Barrio General Paz.
Al acudir al recinto, identificaron el departamento y solicitaron el ingreso. En ese momento se encontraron con un hombre a quien describieron como alterado, quien les permitió entrar y así encontrarse con el cuerpo sin vida de la mujer, además de algunos cuchillos en el suelo.
Felipe Herrera, de acuerdo con los antecedentes, habría reconocido una discusión previa que culminó con esta agresión con cuchillo y que provocó la muerte de Christelle.
Producto de esta situación, el chileno fue detenido por presunto delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo con la víctima y en el marco de violencia de género, equivalente al femicidio en neustro país.
Por otro lado, una de las ex parejas de Felipe Herrera y víctima de hechos de violencia, entregó su relato a CHV Noticias.
Se trata de Jael Bitrán, quien contó que "lo conocí en un matrimonio de una amiga que tenemos en común. Nos fuimos a vivir en febrero de 2021 juntos, y el mismo día que nos fuimos a vivir juntos él me agrede físicamente".
Continuando con su historia, la mujer reveló que este individuo "tenía un problema de celopatía muy grande, pero injustificada. Era una persona que le daba celos mis relaciones anteriores".
En cuanto a la agresión de la que fue víctima, Jael indicó que "él me asfixia y yo pierdo el conocimiento. Y cuando eso pasa, él como que vuelve en sí".
Ante lo ocurrido, decidió llamar a sus papás y a sus suegros. Fue así cuando "su papá (de Felipe) se sienta en la cama, me dice qué pasó y le cuento, y su respuesta fue 'de nuevo la misma situación'".
Mientras que "su mamó me mira y me dice 'mijita, eso se tapa con maquillaje. Para qué llama a sus papás si esto lo podemos solucionar entre nosotros'".
Meses después, Jael interpuso una denuncia contra Felipe y se enteró que en menos de un año, éste ya había sido denunciado por otra agresión prácticamente idéntica.
De esa manera, el sujeto de 39 años fue sentenciado a 250 días de presidio por su autoría en el delito de lesiones menos graves en el contexto de violencia intrafamiliar.
Pero dos meses más tarde, su abogado presentó un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones para sustituir la prisión por una multa. Algo a lo que la Justicia se negó.
Sin embargo, y sin explicación aún, Felipe finalmente quedó en libertad y pudo cruzar la cordillera.