Las cadáveres serían de personas que integraban un grupo religioso llamado Good News International Church, cuyo líder, el pastor Paul Mackenzie Nthenge, los incentivaba a ayunar hasta morir de hambre, para así ascender al cielo.
(EFE / CHV Noticias) - Ha trascurrido menos de un mes desde que se encontraron cadáveres de personas que, supuestamente, pertenecían a una secta religiosa en
Kenia y
querían encontrarse con Jesucristo. Después de nuevas diligencias,
el número de víctimas ascendió a 201 fallecidos.
Así lo confirmó la comisionada regional de policía de la costa keniana,
Rhoda Onyancha, quien, en rueda de prensa, comentó que
la búsqueda de cuerpos continuará el próximo lunes, después de una semana en la que la cifra no ha dejado de ascender conforme se avanza en la excavación de las fosas comunes.
Casi todos los muertos han sido exhumados de tumbas y fosas comunes halladas en el
bosque de Shakahola en Malindi, motivo por el que se le denominó como la "masacre de Shakahola", a excepción de unos pocos que
murieron en el hospital por su estado grave.
Las autopsias de más de un centenar de cuerpos evidenciaron que, si bien todos mostraban signos de inanición,
los cadáveres de al menos tres menores y un adulto tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.
Según reportaron las autoridades del país africano, estas personas
habrían sido obligadas a ayunar hasta morir de hambre para ascender al cielo. El responsable sería el pastor
Paul Mackenzie Nthenge, líder del grupo religioso llamado
Good News International Church.
El pasado miércoles, el tribunal de Shanzu, en la ciudad costera de Mombasa,
ordenó extender durante treinta días la detención de este hombre, junto con su mujer y otros 16 sospechosos de incentivar esta práctica.
Asimismo, la semana pasada, el presidente de Kenia,
William Ruto, nombró una comisión de investigación presidida por la jueza Jessie Lesiit para
esclarecer los hechos y determinar las negligencias administrativas o de seguridad que se pudieron producir.