“Siempre le pido a Dios que se lo lleve a él primero”, expresó hace una semana a CHV Noticias doña Edelmira Ortega, quien además de enfrentar la escasez de alimentos, cuidó durante toda la vida a su hijo Felipe Jara, postrado por una parálisis cerebral. El domingo, el hombre de 34 años falleció debido a una neumonía.
A pocas cuadras de las ollas comunes y de los focos de violencia protagonizados por vecinos que protestan por la falta de alimentos en La Pintana, una columna de velas ilumina el pasaje 15 que conduce a la casa de Edelmira Ortega.
Hace una semana, su dramática historia -emitida por CHV Noticias- conmovió a muchas personas que decidieron entregarle ayuda económica y donaciones en mercadería, ante la difícil situación que vivía junto a su hijo postrado por una parálisis cerebral.
Lee también: “Uno realmente agradece la bondad de la gente”: Pastor evangélico expulsado de galpón tendrá una vivienda tuteladaEdelmira Ortega ha vivido la mitad de sus 70 años en la población El Castillo. Nunca se separó de su hijo, ni siquiera cuando trabajaba como asesora del hogar en el barrio alto. “Yo iba a trabajar con Pablito, jamás lo dejé solo”, reflexiona esta mujer de voz suave que, sobre un pequeño mueble, mantiene un porta retrato con fotografías deslavadas por los años de varios niños que no pertenecen a su familia.
—Son los hijos de mis patrones que ya no están. Me tenían mucho cariño —dice.
Aunque no hay fotografías tan visibles de Felipe, él siempre ha sido su mayor preocupación. El 13 de mayo cumplió 34 años de vida, pero también de postración. Nació con una parálisis cerebral después que en el hospital Sótero del Río postergaran su cesárea más tiempo de lo necesario. Se asfixió. Nunca pensó que sobreviviría.
Desde entonces, Felipe ha vivido postrado, siendo un retrato casi inerte en la misma habitación donde Edelmira nos confiesa su mayor temor frente a la encrucijada de morir antes que su hijo. “Siempre le pido a Dios, con el dolor, que se lo lleve a él primero, porque nadie lo va a cuidar como lo cuida uno”, solloza.
El domingo recién pasado, Felipe Jara dejó de respirar.
El martes 19 de mayo, CHV Noticias acompañó a Paulo “Chamaco” Valdés a la casa de Edelmira. El hijo del ícono de Colo Colo realiza un taller de fútbol en la población El Castillo, y hoy canaliza ayuda para los vecinos más vulnerables. Ahí conocimos a Felipe, para quien "Chamaco" se convirtió en un verdadero ídolo.
Lo conoció en la cancha de fútbol, sentado en su silla de ruedas, observando el entrenamiento de niños y jóvenes pintaninos.
Desde entonces, “Chamaco” nunca dejó de visitarlo. Apenas se acercaba, su lecho de postración se convertía en un palco privilegiado de emociones en el que Pablo retorcía su cuerpo y dibujaba una sonrisa articulada con un alegre murmullo gutural.
De esa cama, Edelmira no se ha levantado por varios días porque "está devastada", nos cuenta el mismo "Chamaco". Le cuesta respirar. Su estado de salud y ánimo empeoraron con su muerte.
Cinthia, la hermana de Pablo, dice que “es la angustia”. Con cierta indignación, señala que su salud fue desatendida por el sistema público y agrega que “siendo una persona postrada de nacimiento y estando en un programa de postrados, tendrían que haberlo visitado a la casa, porque con la pandemia nosotros no podíamos sacarlo y exponerlo”.
Durante un par de días, Felipe tuvo pequeñas dificultades para respirar.
—Estuvimos todo el día con él acá. Estaba tan alegre, feliz, se reía por todo, estaba súper bien. No nos explicamos por qué, de un momento a otro, en un par de horas, le pasó eso —cuenta.
Horas después del fallecimiento, funcionarios del consultorio llegaron al domicilio de Edelmira. Según familiares de la víctima, les informaron que el cuerpo de Pablo sería trasladado directamente a la funeraria y luego al cementerio, siguiendo el protocolo de muertes por SARS-CoV-2.
Lee también: “Al no tener alimentos, uno no puede hacer nada”: Las voces de los más golpeados por la pandemia y la cuarentenaCinthia denuncia el presunto actuar negligente de los funcionarios: “Dijeron que le practicarían el examen, pero que de todas formas iban a consignar que el fallecimiento era por Covid. Y nosotros como familia respondimos que no podíamos aceptar eso”.
Han pasado 4 días. El test de Pablo resultó negativo. Su causa de muerte fue neumonía. Este viernes su familia recibirá el cuerpo para su velatorio y posterior sepelio, sin las restricciones de una muerte por el virus.