El temor que muchos tienen de abandonar la Región Metropolitana, es no poder contar con las mismas comodidades. Sin embargo, con la pandemia todo ha cambiado. “El teletrabajo ha permitido que muchos ya no necesiten vivir en las ciudades, lo que los hace querer cambiarse a sitios más conectados con la naturaleza”, comenta Juan Fonseca, director de la empresa de terrenos agrícolas Mundo Parcelas.
Las ventas acumuladas de viviendas nuevas se redujeron en un 47,1% en 2020, considerando aquellas concretadas en 2019. Así lo indicó el Informe Trimestral Mercado Inmobiliario de Gfk publicado a inicios de este año, dejando en evidencia el difícil momento del mercado inmobiliario a raíz de la crisis económica y sanitaria.
Pero al mismo tiempo, la disminución en las ventas se relaciona también con los altos precios de las casas y departamentos en la Región Metropolitana, motivando a que muchas personas decidan invertir en propiedades fuera de Santiago y asentarse en otras regiones.
Pese a esto, hay quienes tienen temor de cambiarse de casa y no tener las mismas comodidades. "Las condiciones que se están dando en otras regiones son bastante favorables. Santiago ya no es la única ciudad con centros comerciales, clínicas, colegios y universidades de calidad", explica Juan Fonseca Vargas, director de Mundo Parcelas, empresa especializada en parcelas de agrado.
Lee también: Sólo con tu RUT: Conoce la fecha y forma de pago del Subsidio Familiar y otros beneficiosDe acuerdo con un estudio publicado en marzo de 2021 y desarrollado por Boston Consulting Group, en Chile, el 92% de la fuerza laboral optaría por teletrabajar en el periodo post pandemia, al menos por un tiempo.
Con motivo de cuidar a los trabajadores y evitar una exposición a contagios de COVID-19, muchas empresas han implementado esta nueva forma de trabajar. Por esta razón, varios se han cuestionado si realmente necesitan vivir en la capital, considerando que ya no necesitan cumplir sus labores presencialmente.
Es así como la conexión a internet y un computador, se han transformado en los elementos más esenciales para trabajar. Los que pueden ser conseguidos prácticamente en cualquier lugar del país. Esto ha motivado a que muchos tomen la decisión de abandonar la capital, en búsqueda de un lugar más tranquilo y espacioso.
Otro factor que ha permitido el traslado de varias familias de la capital a regiones, tiene que ver con el nivel de crecimiento urbano que muchas ciudades están experimentando. Así lo demostró en 2017 una investigación encabezada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Departamento de Geografía del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Dicho estudio indicó que aquellas regiones que más se expandieron a nivel urbano entre el 2002 y 2017, son la de O'Higgins (+83,8%), Los Lagos (+56,7), Atacama (+52,0%), Maule (+51,0%) y Ñuble (+48,8).
Sin embargo, esta investigación no solo midió la cantidad de hectáreas que crecieron ciudades y regiones, sino que también calculó cuáles son las que crecieron a una velocidad más alta. Éstas fueron Los Ángeles, Calama, San Fernando, Curicó, Chiloé y Castro.
Lee también: Proponen proyecto para retirar el 100% de los fondos desde las AFPSumado a los dos factores mencionados anteriormente, hay otro que pesa mucho más para algunas personas, y es que creen que tendrán una vida más tranquila en áreas más rurales. Muchos están hartos del ruido de las bocinas, la contaminación, la delincuencia y en general el ritmo de vida que se lleva en las ciudades.
"El teletrabajo ha permitido que muchos ya no necesiten vivir en las ciudades, lo que los hace querer cambiarse a sitios más conectados con la naturaleza. En el campo, por ejemplo, además de tener más conexión con árboles, plantas y aire puro, las familias tienen un mayor espacio en donde desarrollar su vida diaria, mucho más del que tendrían en las grandes urbes", menciona Fonseca.
Por estos y más motivos, cada vez más personas están buscando alternativas de vivienda en regiones, una opción que resulta día a día más viable si se compara la situación en una capital cada vez más colapsada y con altos precios inaccesibles para muchos bolsillos.