El histórico arquero de la Selección Chilena admitió que solamente cruzó la reja para ir a vacunarse por miedo a contagiarse. "Mi hija está embarazada y no puedo darle un abrazo", reveló.
Entre el jardineo, las labores de la casa y los partidos de fútbol en la tele, así pasa los días el histórico ex arquero de
Colo Colo y la
Selección Chilena,
Roberto "Cóndor" Rojas.
Radicado en Sao Paulo,
Brasil, desde hace muchísimos años, el mítico guardameta confesó que
no sale de su casa por temor a contagiarse del COVID-19, por lo que está encerrado en su hogar junto a su esposa,
Viviane Bruno.
"Las únicas veces que he salido fueron
para ir a una consulta y las cinco veces que me vacuné", comentó a
Las Últimas Noticias el ex futbolista que en agosto cumplirá 66 años y que ya tuvo fallas hepáticas, además de un trasplante en 2015.
Es más, Rojas reveló que
"ni mis hijos ni mis nietos pueden venir a la casa, no los veo desde que apareció la pandemia y dieron la alarma de que había que protegerse. Antes tampoco salía mucho, por eso no tuve problemas de quedarse en casa, porque me gusta".
La situación no es fácil para el Cóndor, ya que
pronto nacerá Martín, su tercer nieto, y no ha podido acompañar en estos cruciales momentos a su hija.
"Mi hija está embarazada y no puedo darle un abrazo, es complicado. Aunque siempre los veo cuando hablamos por WhatsApp, no es lo mismo.
Pero bueno, es lo que tenemos ahora", agregó.
Consultado sobre qué tan complejo es esta radical decisión, el ex jugador de los albos reveló que "claro que uno tiene ganas de ir al shopping, al estadio, a juntarse con los amigos, con la familia, viajar a Chile para ver a mis hermanos, pero
lamentablemente no puedo no más, qué le voy a hacer".
"Luché tanto por vivir, tanto por mejorar mi salud y no lo puedes echar a perder en un minuto. Ellos entienden, no hay problemas", concluyó.