Los voluntarios actualmente tienen como sede un antiguo lugar que funcionó como jardín infantil en la población Padre José Fernández. El cuartel presenta serios problemas de infraestructura, donde los voluntarios están expuestos a las fuertes condiciones climáticas del sur de Chile y a situaciones críticas como filtraciones y presencia de roedores.
Los integrantes de la Octava Compañía de Bomberos de Puerto Montt se dedican a tiempo completo a trabajar en beneficio de la comunidad y arriesgan sus vidas para salvar otras, sin embargo, atraviesan una situación que los mantiene preocupados y en alerta: su sede se está viniendo abajo y en cualquier momento puede colapsar.
Pese a las constantes peticiones de apoyo a la municipalidad local y a las autoridades pertinentes, los voluntarios no han obtenido una respuesta positiva y, cada día, ven más lejana la posibilidad de contar con un lugar digno para trabajar, ya que hoy el riesgo de derrumbe es inminente.
"Las condiciones de habitabilidad son imposibles", afirmó Marcelo (cambiamos su nombre para proteger al denunciante) al Cazanoticias de CHV Noticias, quien detalló que desde hace 15 años esperan la construcción de un espacio adecuado para poder realizar sus labores diarias.
A falta de una sede propia, los voluntarios utilizan lo que fue un antiguo jardín infantil, ubicado en la población Padre José Fernández, que tiene serios problemas de infraestructura. Las contingencias a las que están expuestos estos bomberos van desde filtraciones hasta roedores.
"Estamos en un lugar que está por cumplir 50 años de construido. Es una edificación muy antigua y se ha ido deteriorando", precisó el voluntario y señaló: "El invierno es súper malo en Puerto Montt. Frío, lluvia, ratones, ropa mojada de los voluntarios, esa es nuestra situación en este lugar".
Marcelo manifestó que temen a que un temblor o terremoto termine derribando la casa y que sus vidas corran riesgo, además indicó los daños que han sufrido sus maquinarias producto de las goteras que tienen los techos del lugar.
"No tenemos un techo para resguardar las máquinas. Varias de ellas se han oxidado porque se llenan de agua. Por ejemplo, tenemos máquinas hidráulicas de rescate que se han dañado a causa de las goteras. Igual, gracias a Dios, las máquinas siguen funcionando porque como compañía cuidamos nuestras cosas", dijo.
El bombero destacó que el mayor temor de los voluntarios es que pueda venir un terremoto, como el que se produjo en 2010, y que la casa se caiga por completo. "Para el 2010 se resintió mucho, aguantó, pero quedó resentida. Es un riesgo para nosotros", recalcó.
De igual manera, expresó su preocupación por "contraer enfermedades, ya que nuestro cuartel no cuenta con sistemas de calefacción que nos permitan pasar las temporadas de frío de manera cómoda. En la noche cuando salimos a emergencias, tenemos que salir desde la guardia a vestirnos en un patio casi abierto, exponiéndonos a cambios de temperaturas, lo que podría enfermarnos".
Desde hace 15 años la Octava Compañía de Bomberos de Puerto Montt está trabajando en estas condiciones y en repetidas oportunidades han alzado su voz para que les otorguen una sede nueva. Sin embargo, no han sido escuchados y la promesa de una cuartel nuevo se ha quedado solo eso.
En este sentido, Marcelo expuso que por tercera oportunidad la licitación pública para la construcción de un futuro cuartel ha sido declarada desierta, al no existir oferentes.
"Por tercera vez la licitación fue declarada desierta porque los montos eran muy bajos para la construcción. Se estaba pidiendo un aporte de casi $500 millones para complementar un poco el gasto por la subida de los materiales", dijo el voluntario, quien agregó que "ahora hay que ver si se puede subir por una cuarta vez o ver de qué forma puede salir la licitación".
Mediante un comunicado público, desde la Octava Compañía precisaron: "entendemos completamente que la situación nacional de la pandemia y post pandemia ha derivado en una escasez de materiales disponibles en el mercado, provocando un aumento en los costos de estos mismos, situación que se ha visto reflejada también en otras construcciones de cuarteles de Bomberos en la región de Los Lagos. Sin embargo, creemos que, sin duda alguna, falta voluntad para idear otros mecanismos en los que se agilicen los aumentos de fondos y trámites para las construcciones de estos cuarteles de Bomberos, los cuales son obras de primera necesidad para una comunidad".
Ante tal situación, la unidad local de la institución señaló: "desde ya, nuestra directiva de compañía tomará contacto con las autoridades políticas para poder tomar una decisión final, ya que no podemos seguir con esta larga espera. Hacemos un llamado a las actuales autoridades municipales, del Gobierno Regional, Delegación presidencial a brindarnos el apoyo necesario para cumplir nuestro sueño postergado por tanto años".
Si bien aclararon que no van a dejar de servir a la comunidad, es necesario una solución y respuesta oportuna a la situación que están atravesando por el bien de cada uno de los integrantes de la compañía.
"Para la tranquilidad de nuestros vecinos y vecinas, nuestra compañía seguirá cumpliendo sus labores voluntarias como así lo hemos hecho por estos 45 años, con las mismas ganas, con el mismo sacrificio, profesionalismo y esfuerzo", sentenciaron en la misiva.