Del total de agua dulce disponible, el 97% se encuentra en las napas subterráneas. Parte importante de ella se almacena y distribuye por medio de los acuíferos. ¿Cómo se forman? ¿Qué tipos existen? ¿Por qué se han secado hasta en el sur de Chile?
Del 100% del agua que existe en el planeta, el 97% es salada. Del saldo restante, 2% es agua dulce congelada, especialmente, en los polos. Es decir, el agua disponible para el consumo humano se reduce al 1% del total en el mundo.
Ahora hacemos un acercamiento a la totalidad de esa agua disponible veremos que sólo el 3% está sobre la superficie de las tierras elevadas en ríos, lagos, lagunas, etcétera. ¿y el resto? Bueno, el otro 97% del agua dulce no congelada se encuentra en las napas subterráneas.
A 2022, las aguas subterráneas aportan la mitad del volumen extraído para el uso doméstico de la población mundial y alrededor del 25% de la utilizada para el riego abarcando el 38% de las tierras regadas del planeta.
“No obstante su importancia y potencial, este elemento no se comprende lo suficiente y se subestima, se contamina, se gestiona mal y se sobreexplota”, afirman desde Naciones Unidas (ONU).
Las aguas subterráneas se transportan y almacenan en las más diversas formas, las que pueden ir desde ríos bajo la tierra hasta los acuíferos. En el presente artículo nos centraremos en estos últimos bolsones de agua.
Los acuíferos se forman gracias a que las precipitaciones se infiltran en el suelo hasta alcanzar las capas impermeables permitiendo su acumulación de manera subterránea. Los acuíferos están compuestos por un conjunto de rocas que permiten la permeabilidad del agua cumulándola en sus poros, fisuras o grietas (zona saturada).
Explicado de otra forma, los acuíferos son formaciones geológicas constituidas por una o más capas de rocas capaces de almacenar y hacer circular el agua en el subsuelo. Tal cual, el agua no se queda “estacionada” en un lugar específico bajo la tierra, sino que fluye como lo hace también en la superficie.
Una de sus características es la permeabilidad y porosidad, los que definen las características hidráulicas del acuífero, es decir, que el movimiento del agua dependerá del tipo de rocas del suelo.
En síntesis, el concepto de acuífero hace referencia a su capacidad tanto de almacenar como de transmitir agua a través del subsuelo.
Existen diversos tipos de acuíferos los que se califican de acuerdo con sus características, ubicación, drenaje, extensión, movimiento del agua, en fin.
El agua subterránea es una parte más del ciclo del agua. Existen un par de factores que intervienen en su formación: gravedad y litología. La primera, simplemente, porque atrae el agua hacia el centro de la Tierra y la segunda debido a que la roca debajo de la superficie influye en su formación, almacenamiento y fluidez.
Si toda la roca madre consiste en un material denso incluso la gravedad no puede hacer que el agua se filtre. La roca madre también contiene cantidades variables de espacios vacíos donde se acumulan las aguas y también puede romperse creando más espacios.
Las precipitaciones son la principal fuente de recarga de los acuíferos, por lo que su volumen es variable algo que debe considerarse cuando se extraen sus aguas. Su valor medio a largo plazo dependerá de la alimentación externa que reciba de la infiltración, ya sea de las lluvias, la nieve, los humedales, ríos, entre otros y, además, de las recargas artificiales.
Tal cual, porque ante la falta de precipitaciones se realizan recargas artificiales, de hecho, el Ministerio de Agricultura de Chile elaboró una “Guía Metodológica” para regular los proyectos en esta materia.
“La decisión sobre qué método aplicar dependerá de una serie de factores que incluyen el costo, el suelo y las condiciones hidrogeológicas locales, la calidad de la fuente de agua y el área de terreno disponible, entre otros factores potenciales. El tipo de acuífero es normalmente la primera consideración en la selección del método de recarga”, detalla el manual.
¿Por qué ha disminuido la disponibilidad de agua de los acuíferos en el sur de Chile? Más de 400 mil familias se abastecen de agua mediante el reparto por camiones aljibes en el país. Desde 2010, en su conjunto, Ñuble y Bío Bío, es la zona en que el Estado ha debido invertir más dinero en esta materia. Luego se ubican La Araucanía, Coquimbo, Valparaíso y Los Lagos.
¿Por qué también en el sur? Porque existe un manejo ineficiente del elemento hídrico, de hecho, se estima que el 44% del agua dulce se pierde en el país por una mala gestión. Además, cada vez llueve y nieva menos.
Otro factor es el aumento de las plantaciones de monocultivos como el pino y el eucalipto, y, de contra partida, la disminución de los bosques nativos. De hecho, las regiones en dónde el Estado más gasta dinero es en dónde se concentran estas plantaciones (Ñuble, Bío-Bío y la Araucanía).
Esto último lo respalda el estudio del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, el cual afirma que reemplazar matorrales, pastizales o bosques nativos por plantaciones forestales disminuye la disponibilidad hídrica del sector. Al contrario, el bosque nativo la aumenta.
En fácil, una densa plantación de pinos se consume de inmediato las aguas lluvias cuando caen, por lo que disminuye la infiltración para alimentar las napas subterráneas. Entonces, los pozos se secan y llegan los camiones aljibes.