Un sistema frontal frío, muy frío, podría dejar nevadas en es sectores más bajos de los habituales entre las regiones de Los Lagos y Coquimbo durante las próximas horas. ¿Por qué no sólo caerá nieve en las cordilleras?
¿Podría nevar en Santiago? Sí, al menos en los sectores que se ubican sobre los 900 metros de altitud, e incluso, podría caer agua nieve en lugares más bajos. ¿Cuándo? Durante la madrugada de este jueves (14 de julio) y durante la noche de jueves a viernes (15 de julio).
Santiago tiene una altitud promedio de 570 metros, por lo que no es descabellado pensar que, si se dan las condiciones ambientales, podríamos registrar agua nieve, por ejemplo, en sectores de Providencia, Ñuñoa o Vitacura; más allá de las habituales en la precordillera como Lo Barnechea, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida o Puente Alto.
Además, con esta condición, nevará también en la Cordillera de la Costa y en los cordones montañosos transversales que rodean la Región Metropolitana, e incluso, en los “cerros islas” que existen en la capital como el San Cristóbal (880 metros).
Pero, hay más, ya que por estos días la opción de nevadas en sectores más bajos de los acostumbrados abarca desde zonas de Los Lagos hasta la región de Coquimbo. No todos al mismo tiempo, ya que la ventana se extiende entre la noche de este martes (12 julio) en el centro-sur y este viernes (15 julio) sobre el centro-norte del país. ¿Por qué? Por el descenso de la isoterma 0.
“La temperatura desciende en la medida que me alejo de la superficie de la Tierra hacia el cielo. Por ejemplo, si en el suelo, a nivel del mar, tenemos una temperatura de 20° Celsius en la medida que subimos ese registro disminuye”, explica Raúl Valenzuela, académico de la Universidad de O’Higgins e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2.
A medida que se asciende en la atmósfera, las temperaturas se hacen cada vez menores, llegando incluso a valores por debajo de -50 °C, a aproximadamente diez mil metros de altura sobre la superficie de la Tierra.
¿Cuánto disminuye? “Aproximadamente a una tasa de 9 °C por kilómetro. Así, al subir, llegamos a un punto en que la temperatura será de 0°. Ese sector, si uno lo extiende de manera horizontal, como si tendiéramos una sábana, en todos los lugares de esa sábana en dónde la temperatura es igual a 0 °C es lo que se conoce como Isoterma 0”, ilustra el especialista.
En resumen, la Isoterma 0 es una superficie que representa la zona, o la altitud, en la cual tenemos 0° Celsius. Desde ese punto hacia arriba, las temperaturas serán negativas y continúan bajando hasta alcanzar, en promedio, unos -55 °C en el límite de la Tropósfera (8-14 kilómetros de altitud).
La isoterma 0°C define la altura sobre la cual habrá precipitación tipo nieve. Mientras más alta, hay más probabilidad que la precipitación sea exclusivamente líquida.
Ahora, el punto del 0° es variable de acuerdo con una serie de factores. “En un concepto más amplio diremos que registra variaciones estacionales, así, durante el invierno, como tenemos más frío en la superficie, la isoterma 0 se situará en una zona más baja, por ejemplo, 2 mil metros de altitud. Mientras que, en verano, como tenemos temperaturas más cálidas, la Isoterma 0 está en un sector más elevado, por ejemplo, 3 mil 500 metros”, detalla Raúl Valenzuela.
En síntesis, ante eventos de precipitaciones, este punto marca aproximadamente el límite entre su caída en estado sólido (sobre la Isoterma 0) o en estado líquido (bajo la Isoterma 0).
¿Nieve sólo a partir de la Isoterma 0?
La ubicación de este factor es trascendente siempre, por ejemplo, para la conservación de la nieve o los glaciares en la cordillera. También lo es ante eventos de precipitaciones, porque si tenemos la Isoterma 0 en un punto elevado en el verano, quiere decir, que las precipitaciones caerán en estado líquido en la cordillera.
Aunque puede registrarse la caída de nieve a temperaturas levemente sobre cero grados Celcius, se hacen necesarios valores negativos para que ella se mantenga en las superficies.
“La nieve (precipitaciones sólidas) puede caer con temperaturas ligeramente superiores a 0°. Eso dependerá de otras condiciones, como la humedad, para que podamos registrar nevadas con 1° o, a lo sumo, 2° sobre cero. Claro que, en esas circunstancias, la nieve, se derrite casi en el momento de tocar el suelo, lo que comúnmente se conoce como aguanieve. Por eso necesitamos temperaturas de 0° o menos grados para que la nieve se acumule en una superficie”, señala el académico e investigador.